La instancia tuvo por objetivo promover el bienestar entre los alumnos y propiciar la adquisición de técnicas que puedan contribuir a su quehacer profesional.
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El desarrollo de la atención plena para alcanzar un mayor nivel de consciencia sobre lo que hacemos y lo que nos rodea, puede ayudar a combatir el estrés, la ansiedad y otros trastornos generados por las exigencias propias de la vida en sociedad. Para adquirir esta técnica, la meditación es una habilidad clave.
Por ello, en el marco del curso “Desarrollo de habilidades y estrategias para promover el bienestar y la resiliencia”, estudiantes de cuarto año de Psicología UC participaron de una instrucción en meditación a cargo del monje zen Jikusan (Patricio Goycoolea), quien dirige el centro Zendo Tunquén, ubicado en el balneario homónimo, en la Región de Valparaíso.
Se trató de una instancia que tuvo por objetivo -tal como plantea el curso del que fue parte- promover el bienestar entre los alumnos y propiciar la adquisición de técnicas que puedan contribuir a su quehacer profesional. “Invitamos a Patricio Goycolea en el contexto de un curso que busca enseñar a los alumnos distintas estrategias de regulación emocional y habilidades sociales que se basan en la teoría de Marsha Linehan y en el tratamiento de DBT (dialectical behavior therapy)”, cuenta la académica Paula Errázuriz, a cargo de la asignatura.
“Una de las habilidades principales que busca desarrollar DBT tiene que ver con la regulación emocional. Para eso, se ocupan distintas estrategias y una de ellas es el desarrollo del mindfulness: poder estar más presentes en el aquí y el ahora. Y una de las formas en que eso se va entrenando es a través de la meditación. Como justamente estábamos viendo en clase cómo desarrollar una mayor capacidad para estar presentes, para aceptar nuestras emociones y lo que nos rodea, es que invité a Jikusan”, agrega.
En ese contexto, la profesora Errázuriz cuenta que la idea era que el monje zen “pudiera guiar una meditación con los alumnos, enseñarles algunas cosas que los pudieran ayudar a meditar y también responder preguntas”. “Fue una actividad súper interesante que aportó mucho a la asignatura. Los alumnos mostraron mucho interés y Jikusan quedó muy contento al volver a la universidad donde estudió ingeniería comercial hace muchos años, antes de convertirse en monje”, relata.
De Patricio a Jikusan
Antes de identificarse como Jikusan, Patricio Goycolea trabajó como economista, pero lo dejó para convertirse en fotógrafo. En ese rol, alcanzó cierta notoriedad que le permitió publicar sus obras en reconocidos medios como la icónica revista Life y The Daily Telegraph.
Pero una visita a Japón para retratar la vida en un monasterio zen se convirtió en el hito que cambiaría su vida. Los pocos días en los que conviviría con otros monjes y en los que inmortalizaría su particular estilo de vida, se convirtieron en 10 años.
Así, a lo largo de una década fue dejando atrás sus costumbres occidentales para gradualmente desarrollarse como monje. Fue tal el impacto que esta decisión tuvo en su vida que sintió la necesidad de compartir sus conocimientos. Decidió volver a Chile en 2001 y fundó el centro Zendo El Molle, en el Valle del Elqui, que funcionó por 7 años. Luego, en 2009, inició Zendo Tunquén, que dirige hasta hoy.
Para Jikusan, compartir con estudiantes de la EPUC fue una grata forma de seguir traspasando sus saberes. “Me gustó mucho la experiencia de meditar Zazen con los alumnos de psicología. Lo que más destacaría es el entusiasmo que manifestaron y la buena postura que mantuvieron durante la meditación”, comenta.
“Las preguntas que hicieron manifestaron un profundo interés. Cuando era estudiante en la UC me habría encantado una experiencia como esa, pues me habría hecho disfrutar la vida mucho más desde entonces”, concluye.
Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 08/10/2024