Heredera de una dinastía de grandes esgrimistas, entre los que se encuentra su abuelo Juan, su abuela Berna, su tío Paris y su padre Luciano, la estudiante de tercer año de psicología se perfila como una de las grandes posibilidades de medalla para el Team Chile en Santiago 2023. La ganadora de dos oros en los XII Juegos Suramericanos de Asunción, y una de las 32 mejores exponentes del último Mundial de Esgrima disputado en Milán, buscará instalarse entre las mejores del continente. Esta vez en casa.
“No podía haber sido de otra manera”, dice Arantza Inostroza cuando le preguntan cómo llegó a su vida la esgrima. Es que el amor por esta disciplina lo lleva en la sangre. Su abuela Berna Budinic y su abuelo Juan Inostroza practicaban este deporte. De hecho, este último llegó a ser campeón chileno de florete y espada, y abanderado nacional de Chile en los Juegos Olímpicos de Montreal 1976.
El legado de la familia luego continuó con Paris y Luciano Inostroza, quienes se transformaron en los grandes referentes de la disciplina a nivel nacional. El primero participó en cuatro Juegos Olímpicos y alcanzó cuatro medallas panamericanas, entre las que se encuentra el oro alcanzado en el Panamericano de Brasil del año 2001. El segundo, conquistó una medalla de plata por equipos en los Panamericanos de Winnipeg de 1999, y desarrolló una destacada carrera como técnico. Labor que le ha permitido traspasar todo su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones de esgrimistas, entre las que se encuentra Arantza.
La estudiante de tercer año de Psicología UC, heredera de una dinastía de grandes esgrimistas, se ha transformado no solo en una de las figuras destacadas de la esgrima a nivel nacional, también a nivel latinoamericano. De hecho, en los últimos Juegos Suramericanos de Asunción obtuvo dos medallas de oro (florete femenino individual y en la categoría de equipos). A esto se suma el haberse posicionado como una de las 32 mejores exponentes de la disciplina en el último Mundial de Esgrima disputado en la ciudad de Milán. Un nutrido currículum al que le gustaría añadir una medalla en los Juegos Panamericanos Santiago 2023.
Si bien no es primera vez que compite en casa, se trata de la primera vez en que lo hará en un evento de esta magnitud. “Y tener a mi familia y a amigos acompañándome es algo que me emociona mucho. Que estén como barra es algo que me dará mucha energía y fuerza”, afirma la joven que se perfila como una de las grandes candidatas a obtener medalla en estos Panamericanos.
Se trata de un desafío para el cual la deportista se está preparando desde hace tiempo, y en el cual su familia ha jugado un rol fundamental. “Para mí han sido súper importantes, porque nos entendemos, tanto en lo familiar como en lo deportivo. Hay mucha cercanía, porque han tenido muchas de las experiencias que yo estoy teniendo como deportistas. Son capaces de entender lo que siento cuando me frustro, cuando me enojo, cuando celebro, etc. Es muy lindo compartir eso con ellos y con mi hermano, quien también está comenzando en esto”.
A poco menos de un mes de que se dé inicio a Santiago 2023, la esgrimista se muestra confiada de lo que puede lograr. “En este último tiempo he tenido buenos resultados y creo que, tanto yo como el equipo estaremos a un 100%, así que mis expectativas son llegar al podio. El color de la medalla espero que sea el más alto posible”, dice de cara a este nuevo desafío.
Texto: Andrea Fuentes, Comunicaciones Psicología UC
Fotos: César Corte y Comité Olímpico de Chile
Fecha: 26-09-2023