Marianne Daher presenta avances de FONDECYT vinculado al desarrollo de un modelo de salud mental comunitaria con enfoque de género

En la instancia, en la que participaron estudiantes que integran el proyecto, y en presencia del psicólogo comunitario Cristopher Sonn, de la Universidad de Victoria (Melbourne, Australia), la profesora abordó los alcances de la iniciativa que busca “ser un aporte para la política pública en salud mental comunitaria”, según plantea.

.

La académica de la EPUC Marianne Daher encabezó el seminario internacional “Enfoque crítico y decolonial: referentes teóricos y aplicación a programas de salud mental comunitaria desde un enfoque de género”, instancia en la que presentó los avances del FONDECYT “Salud mental comunitaria: propuesta de un modelo relacional con enfoque de género desde el quehacer de programas sociales”, realizado en alianza con FOSIS.

En la instancia, en la que participaron estudiantes que integran el proyecto, y en presencia del psicólogo comunitario Cristopher Sonn, de la Universidad de Victoria (Melbourne, Australia), la profesora abordó los alcances de la iniciativa que busca “ser un aporte para la política pública en salud mental comunitaria”, según plantea.

“Hemos avanzado bien con el proyecto, estamos muy contentas”, asegura la investigadora, quien destaca el trabajo del grupo humano a cargo de la gestión administrativa, metodológica y académica de la iniciativa, y de los estudiantes que colaboran en distintos frentes.

Según cuenta, hoy su equipo está enfocado en la redacción de un artículo sobre la investigación cualitativa con enfoque de género, aproximación que, dice, “ha sido la base del proyecto”. “Además, estamos organizando una pasantía internacional con Lydia Gómez, de la Universidad de Málaga, quien fuera profesora EPUC, con quien veremos oportunidades de aplicar aportes de la psicología de la salud en contextos comunitarios”, agrega.

“Obviamente, daremos continuidad al trabajo iniciado con la visita de Christopher Sonn en el contexto del seminario, referido al análisis crítico e interseccional de pobreza, género y salud mental”, sostiene la investigadora sobre la presencia del destacado psicólogo comunitario de la Universidad de Victoria.

Respecto a la necesidad de que la salud mental se entienda desde el punto de vista del bienestar y no como un modelo servicios y atención clínico-asistencial, uno de los motores del proyecto, el progreso está a la vista.

“Hemos avanzado en el modelo relacional de la salud mental que queremos desarrollar. Esto, considerando distintos niveles del entramado social -individual, familiar, grupal, comunitario e institucional-, reconociendo actores -lideresas, integrantes de las comunidades y agentes de intervención- y sectores -social, salud, entre otros-, así como sus características y las dinámicas que se establecen entre estos. También hemos discutido cómo estos niveles pueden promover o no la salud mental, así como cada uno de estos niveles es en sí mismo saludable o no”, explica Marianne Daher.

En ese contexto, cuenta la investigadora, se ha analizado “qué elementos de las relaciones institucionales influyen en la salud mental comunitaria y, a la vez, cómo ésta se expresa en las relaciones institucionales, donde lo primero podría ser la promoción de entornos saludables, participación y toma de decisiones conjuntas, mientras que lo segundo podría ser lograr trabajo intersectorial verdadero y relaciones fluidas con las comunidades”.

De igual forma, la investigación pretende también indagar en los elementos de las relaciones grupales que influyen en la salud mental comunitaria y cómo ésta se expresa en las relaciones grupales. “Por ejemplo, lo primero pueden ser sentimiento de seguridad y apoyo mutuo, mientras lo segundo se puede ver en una identidad social positiva, ayuda mutua y sentido de pertenencia. Son algunas ideas que hemos pensado de momento, que obviamente tenemos que ir viendo en los datos”, explica Marianne Daher.

Otro aspecto relevante en el proyecto tiene que ver con la incorporación del enfoque de género, aspecto que ha estado presente en todas las etapas de la investigación. “Hemos destinado mucho esfuerzo en formalizar de manera bien práctica esta mirada desde el género en todos los pasos de la investigación. Hemos creado dispositivos, lo hemos incluido en los instrumentos y lo consideramos en todas las decisiones metodológicas. Y como vemos que hay un vacío en esto, estamos escribiendo el artículo sobre investigación cualitativa con enfoque de género”, detalla la psicóloga comunitaria.

En este contexto, cuenta la profesora, ha sido relevante la comprensión del género como eje de opresión dentro de la matriz de las relaciones de poder. “Por ello, estamos haciendo un análisis crítico, cuyos resultados preliminares presentamos en el seminario”, explica. Un libro editado por Christopher Sonn, de la Universidad de Victoria, abordará este tema en profundidad.

Asimismo, la dimensión crítica del género no podía estar ausente. “En el caso de este proyecto, como la participación en los programas sociales está feminizada, de momento hemos tenido más información sobre el eje de opresión hombres-mujeres. Esto fue lo que presentamos en el seminario sobre feminización de la pobreza, normalización del rol de cuidado, sobrecarga por las labores de cuidado, sentimientos de culpa y autocrítica, y restricciones a la libertad y violencia. Pero acá, a mi parecer, una de las cosas más interesantes que hemos encontrado ha sido la ocurrencia de violencia práxica, aquella propia de las intervenciones sociales, específicamente desde el marco institucional -es decir, los programas en sí- quienes, si bien reconocen la importancia del género, no aplican el enfoque de género en intervención, reproduciendo practicas patriarcales asociadas a lógicas impositivas, cuestionadoras, paternalistas y meritorias”, sostiene.

De momento, el equipo investigativo liderado por Marianne Daher  está enfocado en la construcción de un modelo relacional de salud mental que pueda tener un impacto significativo en la comunalidad, a través de una oportuna difusión y transmisión del mismo. “Hemos intentado en este y todos los proyectos que hemos tenido democratizar el conocimiento por medio de la comunicación de éste con acciones concretas de devolución, como los informes y reuniones con FOSIS; de socialización a través de nuestro sitio web www.praxiscomunitaria.com y nuestras redes sociales; y seminarios abiertos como éste, y de difusión científica. Además, siempre generamos material audiovisual o de apoyo como videos, infografías, guías, entre otros”, comenta sobre el proceso de socialización del trabajo.

En este sentido, cuenta que ya existe financiamiento por parte de ANID para llevar adelante estas acciones de comunicación y “bajar los contenidos a nuestras contrapartes en FOSIS, a los agentes de intervención y participantes, así como a nuestros estudiantes y cualquier persona interesada, como fueron los actores sociales que asistieron al seminario”.

El cierre del proyecto está proyectado para 2028.

Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC

Fecha: 09/10/2024