La EPUC celebra la titulación de 211 nuevos psicólogos y psicólogas

19 de Diciembre 2025

“Nunca olviden que el sentido pleno de nuestra profesión radica en la búsqueda de mejorar el bienestar de las personas”, fue parte del mensaje que dedicó el director de la Escuela de Psicología UC a sus nuevos colegas. Una jornada llena de momentos emotivos, como la entrega del Premio Padre Hernán Larraín 2025 a Alejandra Cortázar Váldes y el discurso en representación de su generación de Francisca Meneses.

“Nunca olviden que el sentido pleno de nuestra profesión radica en la búsqueda de mejorar el bienestar de las personas”, fue parte del mensaje que dedicó el director de la Escuela de Psicología UC a sus nuevos colegas. Una jornada llena de momentos emotivos, como la entrega del Premio Padre Hernán Larraín 2025 a Alejandra Cortázar Váldes y el discurso en representación de su generación de Francisca Meneses.

Una vez más el auditorio Andrónico Luksic fue el escenario que albergó una nueva ceremonia de titulación de la Escuela de Psicología UC. Una emotiva jornada en la que 211 estudiantes dieron por finalizada la primera etapa de su formación profesional y se titularon como psicólogos y psicólogas.


“Nunca olviden que el sentido pleno de nuestra profesión radica en la búsqueda de mejorar el bienestar de las personas (…) La psicología puede estudiar el cerebro, la cultura, las clases sociales y ciertamente hace diagnósticos. Pero no deben olvidar que todas esas disquisiciones son acerca de las personas”, fue parte del consejo que entregó el director de la Escuela de Psicología UC, Carlos Cornejo, a esta nueva generación.

La máxima autoridad de la Escuela también invitó a sus nuevos colegas a celebrar este hito, destacando que, pese a los difíciles momentos que les tocó vivir, supieron salir adelante como generación. “Todos ustedes anhelaron durante años el sueño de convertirse en psicólogo o psicóloga en la mejor universidad del país. Orientaron sus acciones, tomaron decisiones, y trabajaron duro para llegar a este día. Ésta es, queridos y queridas, una alegría enorme. Disfrútenla, saboréenla sin vergüenza y sin pudor. Porque no hay alegrías tan profundas como aquellas de difícil consecución. Sabemos muy bien de los esfuerzos que hay detrás de este título. Sabemos, por ejemplo, los desafíos que la pandemia les impuso, particularmente a ustedes, la generación que ingresó exactamente el 2020. Sabemos del esfuerzo y trabajo que implicó entrar a esta universidad y a esta carrera para culminar en este día”, afirmó durante la ceremonia que contó con la participación de la comunidad de la Escuela, además de familiares y seres queridos.

“Nosotros tenemos una responsabilidad”

Como ya se ha vuelto tradición desde el año 2013, en la ceremonia se hizo entrega del Premio Padre Hernán Larraín 2025. En esta oportunidad, el reconocimiento, que busca destacar a un ex alumno o ex alumna que en su quehacer profesional haya sobresalido por su compromiso con lo público y las problemáticas psicosociales relevantes para el país, recayó en las manos de la psicóloga UC, Doctora en Educación Inicial y Magíster en Psicología del Desarrollo del Teachers College de la Universidad de Columbia, Alejandra Cortázar.

Especialista en educación y desarrollo inicial de niños y niñas, con más de 20 años de experiencia en consultoría e investigación, ha desarrollado una destacada carrera profesional tanto en Chile como en el extranjero, siendo consultora para organizaciones internacionales como UNICEF, OCDE, Rand Europe, Diálogo Interamericano, UNESCO y el Banco Mundial. Cortazar, quien también ha sido consejera de la Agencia Nacional por la Calidad de la Educación y asesora del Ministerio de Educación de Chile, es fundadora del Centro de Estudios de la Primera Infancia (CEPI) y actualmente está asociada al Instituto Tecnológico de Monterrey y al Diálogo Interamericano.

Su trabajo, orientado consistentemente en mejorar las oportunidades de desarrollo de los niños y las niñas en sus primeros años de vida, la ha llevado a participar en el diseño e implementación de políticas públicas en educación inicial, la evaluación de la calidad de los espacios educativos en educación parvularia y el desarrollo de herramientas para asegurar calidad desde los primeros años en diversos países de América Latina y el Caribe, Europa, Asia y Oceanía.

Un premio que Alejandra recibió agradeciendo la formación recibida y dedicando algunas palabras a la nueva generación. “Por último, quiero decirles que las oportunidades que tienen hoy son infinitas, y que lo que decidan hacer depende de ustedes. Tienen muchas herramientas y competencias y un mundo afuera increíble que los necesita. Y como decía su director de Escuela, esto tiene que ver con la justicia. Nosotros tenemos una responsabilidad con la suerte de haber estado acá. Que es mejorar el mundo de alguna manera. Y son ustedes los que pueden decidir el día, en qué y cómo aportar. Felicitaciones nuevamente y les deseo la mejor de las suertes”, señaló.

La ceremonia siguió su curso con la invocación desarrollada por el Padre Federico Ponzoni, y la Toma de Juramento de los nuevos psicólogos y psicólogas de la Universidad Católica. Instancia que estuvo a cargo del Secretario General de la Universidad Católica, Juan Eduardo Ibáñez. Un importante hito que dio paso a la entrega de los títulos, además de la entrega del Premio al Mejor Rendimiento Académico de la Promoción 2025 a María Valentina Campos Bunster.

Finalmente, uno de los momentos más emotivos de la ceremonia fueron las palabras dedicadas por Francisca Meneses a sus ex compañeros y ahora colegas de profesión. “Hoy se da término a un proceso hermoso, aunque no menos ajetreado. A pesar de las adversidades que tuvimos que vivir en nuestros primeros años —y de las muchas otras que cada uno enfrentó después—, hoy estamos todos acá. Independiente de si para algunos la elección de carrera fue una decisión largamente meditada, o si para otros incluso fue una opción por descarte, si estamos acá es porque, de alguna forma, la psicología nos hizo sentido (…) Hoy dejamos de ser solo estudiantes de psicología, pero ojalá nunca dejemos de ser personas dispuestas a escuchar la singularidad. Porque, al final, quizás eso fue lo que aprendimos desde el comienzo: incluso cuando todo parecía incierto, incluso cuando el mundo se detenía, el encuentro —de una u otra forma— siempre fue posible. Y nosotros somos prueba de eso”, afirmó.