Investigador Responsable: David Preiss
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La educación universitaria ha experimentado una profunda transformación durante los últimos cinco años en Chile. Primero, las tecnologías de información y comunicación (TICs) cambiaron progresivamente el proceso de enseñanza-aprendizaje en las universidades. Las TICs permiten acceso a una red distribuida de conocimiento y hacen posible el desarrollo de nuevas formas de comunicación sincrónica impensables hace dos décadas atrás. Así, la naturaleza de las competencias requeridas para participar de la vida académica, social y ciudadana se modificaron, ya que se ha hecho necesario que las personas sean capaces de comprender, razonar y producir conocimiento en un contexto digital. Segundo, esta transformación tecnológica se ha desarrollado en el marco de la profunda crisis ecológica, social y política que ha marcado la experiencia universitaria reciente. Estas crisis han obligado a las universidades a salir de su torre de marfil y repensar su rol en la sociedad y la naturaleza de sus actividades de formación.

La pandemia por COVID 19 aceleró los cambios arriba mencionados. Por un lado, intensificó la digitalización de la enseñanza universitaria, mas también dejó en evidencia la persistencia de las brechas tecnológicas. Por otro lado, la pandemia afectó el proceso de formación de los estudiantes, observándose un aumento en los índices de retiro temporal o deserción universitaria, e incidió fuertemente en su bienestar psicológico. Con el objeto de entender esta realidad, nos proponemos investigar en estudiantes de familias sin estudios superiores (primeras generaciones) y en estudiantes de familias con estudios superiores (generaciones continuas) de qué modo las competencias del siglo 21 y las disposiciones atencionales involucradas en la atención plena (mindfulness) y la divagación mental (mind wandering) se asocian con el logro académico y el bienestar psicológico. Para ello, realizaremos un proyecto de cuatro años de duración que involucra dos estudios de diferencias individuales y dos estudios de reportes diarios en dos instituciones de educación superior chilenas en la Región Metropolitana y la Región de la Araucanía.

Durante el primer año del proyecto evaluaremos, en una muestra de 400 estudiantes de la Región Metropolitana y de la Región de la Araucanía, de qué modo la atención plena y la divagación mental se relacionan con el bienestar psicológico y la salud mental. Además, evaluaremos las brechas existentes entre estudiantes de primera generación y generación continua en ambas variables. El segundo año evaluaremos, en otra muestra de 400 estudiantes, de qué modo diferencias individuales en competencias del siglo 21 se relacionan con diferencias individuales en el logro académico. Además, exploraremos las brechas existentes entre estudiantes de primera generación y generación continua en logro académico. El tercer año realizaremos un estudio, en 100 estudiantes, de reportes diarios de cuatro semanas de duración para evaluar de qué modo las disposiciones a la atención plena y la divagación mental se relacionan con medidas diarias de bienestar psicológico, creatividad cotidiana, rutinas de estudio y percepción y autonomía cotidianas en estudiantes de primera generación y generaciones continuas. El cuarto año realizaremos otro estudio de reporte diario de cuatro semanas de duración, en 100 estudiantes, para evaluar de qué modo las competencias de comunicación y colaboración digital se relacionan con el uso académico y social diario de TICs, las rutinas de estudio, la percepción de autonomía y competencia académica, y el logro académico en estudiantes de primera generación y generaciones continuas.

La relevancia de esta investigación radica en estudiar de forma integrada las competencias transversales relevantes para la formación universitaria con las disposiciones psicológicas asociadas a la capacidad de enfrentar desafíos actuales, proponiendo un modelo metodológico innovador, que considera tanto métodos diferenciales como de reporte diario. Este proyecto tendrá un alto impacto básico y aplicado porque proporcionará conocimiento nuevo sobre las brechas en competencias transversales que existen entre estudiantes universitarios de primera generación y generación continua, además de dar luces sobre su bienestar psicológico y su salud mental. Confiamos que este nuevo conocimiento contribuirá al desarrollo de las ciencias de la educación y la psicología educacional así como al desarrollo de políticas públicas e iniciativas a nivel local que apunten a la reducción de estas brechas.