Investigadora responsable: Marianne Daher Gray
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Los altos costos, sanitarios, sociales y económicos que implican los problemas de salud mental la han convertido en un tema de relevancia mundial, regional y nacional, siendo parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ONU, 2015), un tema de investigación urgente en América Latina (OPS, 2023a) y una prioridad en la Estrategia Nacional de Salud en Chile (MINSAL, 2022).
En este contexto, la salud mental comunitaria es un fenómeno urgente de comprender y atender, pues corresponde a un referente internacional para abordar la salud mental (OMS, 2022), así como por la gran prevalencia de problemas de salud mental en la población chilena (ACHS & UC, 2022, 2023; MINSAL, 2017). Esta situación se debe a diversos determinantes de la salud mental, donde destacan el nivel socioeconómico (COES, 2022; Krause, 2019), el género (ACHS & UC, 2023; Sen & Östlin, 2008) y las relaciones sociales (Bang, 2014, 2021; WHO, 2010), siendo aspectos claves para comprender y abordar la salud mental comunitaria.
Ahora bien, se identifican cuatro brechas críticas en la producción de conocimiento sobre este fenómeno. Primero, la salud mental comunitaria ha sido entendida en general como un modelo de organización de servicios y de atención clínico asistencial (Desviat & Fernández, 2000), no como un fenómeno de salud. Segundo, su comprensión ha sido principalmente desde aproximaciones teóricas sin una base empírica sistemática y sin alcanzar una mayor operacionalización, además de estar usualmente basada en autores/as clásicos/as (San Martín & Pastor, 1988), sin repensar la salud mental comunitaria desde las tramas relacionales actuales. Tercero, los elementos que constituyen las relaciones sociales implicados en la salud mental comunitaria han sido explorados de manera desarticulada y sin ponerlos al servicio de un modelo relacional. Cuarto, el enfoque de género ha sido aplicado al ámbito de la salud mental principalmente con foco en las mujeres y desde una perspectiva individual (Prabhu et al., 2020) y no relacional de la misma.
Ante ello, considerando la importancia de la intersectorialidad en el abordaje de la salud mental (Irwin & Solar, 2010), la mayor concentración de problemas de salud mental en personas en situación de pobreza (Lund, 2012; MINSAL, 2016), y el interés por incorporar el enfoque de género (FOSIS, 2023b) y el enfoque relacional (Donati, 2011; FOSIS, s.f.) en los programas sociales de intervención en pobreza, es que se propone profundizar en el fenómeno de la salud mental comunitaria desde los conocimientos desarrollados en éstos.
En Chile existen experiencias pioneras que desarrollan intervenciones dirigidas a abordar la salud mental mediante estrategias relacionales (familiares, grupales, comunitarias y de vinculación con instituciones), las que no han sido estudiadas sistemáticamente aún y presentan una oportunidad para enriquecer las comprensiones de la salud mental comunitaria. Así, el objetivo general de este proyecto es elaborar un modelo relacional de salud mental comunitaria con enfoque de género, desde las experiencias y significados de actores clave y participantes de programas sociales que abordan la salud mental en comunidades en situación de pobreza. Los objetivos específicos se enfocan en describir concepciones y prácticas de salud mental comunitaria; caracterizar las relaciones institucionales, comunitarias, grupales y familiares que constituyen la salud mental comunitaria; y analizar las particularidades de la salud mental comunitaria considerando un enfoque de género.
Se utilizará metodología cualitativa (Denzin & Lincoln, 2005). El diseño será transversal, retrospectivo y comprensivo. Se utilizará un dispositivo de investigación cualitativa con enfoque de género (Daher et al., 2023). Se realizará un muestreo intencionado de casos críticos (Patton, 2002), analizando tres programas gestionados por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS): Programa Promotores de Salud Mental, Programa Acción – Fortalecimiento de Planes de Trabajo Comunitario en temáticas de salud mental, y Programa Familias – Seguridades y Oportunidades con iniciativas locales de promoción de la salud mental. Participarán en total 96 personas: 15 gestores de los programas a nivel central, 21 gestores de los programas a nivel regional, 30 agentes de intervención local y 30 participantes de los programas.
Para el acceso a estos se cuenta con una alianza con el Fondo de Solidaridad e Inversión Social FOSIS y con los/as encargados/as nacionales de los programas sociales bajo estudio. Las técnicas de producción de información serán entrevistas grupales e individuales (Flick, 2004). El análisis de datos será descriptivo y relacional, guiado por la Teoría Fundamentada (Glaser & Strauss 1967), así como el instrumento Encuentro-Contextos-Temas con enfoque de género (Daher et al., 2023). Se seguirán las consideraciones éticas dispuestas por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID, 2022), se contará con la evaluación del comité de ética de la universidad, y se llevará a cabo el procedimiento de consentimiento informado.