Atender los desafíos de relaciones al interior de las comunidades educativas, los que se vieron agudizados tras la pandemia, fue uno de los objetivos del Programa Territorial de Convivencia Escolar y Atención en Crisis impulsado por el Ministerio de Educación. La iniciativa, que fortalece la gestión territorial de la convivencia escolar, aportando a la construcción de un nuevo paradigma educativo, fue implementada en la comuna de Linares y La Granja por ProCívico. Proyecto de investigación/intervención liderado por la profesora Paula Luengo, que busca fomentar desde la escuela habilidades para el ejercicio de una ciudadanía activa y promotora.
Desde el regreso a clases presenciales, las consecuencias que dejó el paso de la pandemia se han hecho más evidentes. No han sido pocos los establecimientos educacionales que han visto cómo los problemas de convivencia escolar se han agravado. Una situación a la que el Ministerio de Educación, junto a la Asociación de Municipalidades, ha enfrentado a través del Programa Territorial de Convivencia Escolar y Atención en Crisis.
La iniciativa, implementada el año 2022 en las 60 comunas del país en las que se observaron situaciones de violencia escolar más complejas, aborda de manera intersectorial el fortalecimiento de la convivencia escolar. Un trabajo que se enmarca dentro de una política educativa más amplia llamada «Seamos Comunidad», ejecutada con la asesoría de universidades con basta experiencia e investigación en el área, como son la Escuela de Psicología de la UC y su proyecto ProCívico.
El proyecto de investigación/intervención que busca, desde la escuela, fomentar en los adolescentes habilidades para el ejercicio de una ciudadanía activa y promotora, trabajó en las comunas de Linares y la Granja. Una experiencia que contempló fortalecer el desarrollo de redes comunales de convivencia y el trabajo de los equipos que trabajan el tema en los establecimientos de ambas comunas, así como de sus encargados comunales, provinciales y regionales.
De acuerdo a la profesora Paula Luengo, académica de la Escuela de Psicología UC y directora de ProCívico, con la transición a la presencialidad se manifestaron problemáticas que era importante abordarlas con una mirada integral, centrada principalmente en promoción de la convivencia escolar. “Con ProCivico hemos trabajado, ya por varios años en la promoción de comportamientos alternativos a la violencia (como los comportamientos prosociales y la participación ciudadana). Esto como una forma de generar sentido de pertenencia desde las comunidades escolares. Acciones que a su vez impactan en la disminución de las dificultades asociadas a la agresividad y a la violencia. Entonces cuando fuimos convocados, nos comprometimos a desarrollar y a implementar el proyecto en dos comunas: La Granja y Linares. Un proceso en el que notamos que si bien hay elementos en común entre ambos territorios, también tienen realidades muy distintas. Por ejemplo, en La Granja se observa mucha vulnerabilidad social y violencia intrafamiliar. Y, en términos de características territoriales, si bien están insertos en una gran urbe como Santiago, también se sienten excluidos de muchas de sus realidades. Por otro lado, en Linares vemos sectores mucho más rurales con presencia de pequeñas escuelas que tienen la necesidad de sentirse parte. Por eso, en ambos casos, el trabajo que realizamos fue de mucha escucha. De conocer sus necesidades y darle fuerza a las buenas prácticas. No llegamos con la idea de transmitir, sino que de intercambiar con el territorio un sentido de pertinencia, aparte de pertenencia”, dice la investigadora.
Si bien el proyecto inicial ya finalizó, la necesidad de seguir trabajando con las comunidades en el objetivo de avanzar en la mejora de la convivencia escolar está aún vgente. Por ello, las/los encargadas/os e investigadoras/es responsables, plantearon la inquietud a las autoridades del ministerio de continuar, por lo que ya se estima que la iniciativa contará con una segunda etapa. “Hay que considerar que este proyecto se desarrolló en un momento en que las escuelas estaban cerrando el año. La implementación misma comenzó prácticamente a mediados de septiembre, incluso octubre. Y aunque participaron mucho y logramos trabajar con los equipos directivos y de convivencia escolar, para que esto efectivamente se transforme en un cambio que llegue a las aulas de clases y a los estudiantes de manera más integrada, es fundamental continuar. Ahora se sentaron las bases, pero se necesita recorrer todo un camino para llegar a una transformación real de las prácticas educativas que se centre en el fortalecimiento del bienestar, de la convivencia, y no solo en la reducción de la violencia o de aquellos comportamientos que no deseamos”, afirma.
Asimismo, la experta también señala que para enfrentar este desafío que tenemos como sociedad, es importante seguir fortaleciendo la alianza entre el Ministerio de Educación y las universidades que han trabajado estos temas. «Es una alianza súper beneficiosa, porque permite trabajar la escuela como sistema. Es importante tener esta visión, ya que más que trabajar con actores individuales, hay que fortalecer la red. Trabajar con los equipos de convivencia escolar, pero articulándolos con los directivos, con los docentes, con los estudiantes, con los apoderados, etc. Es importante fortalecer la unidad, para que ninguno de ellos se sienta solo y sobrepasado en momentos de crisis. Que se sientan parte de un equipo”.
Finalmente, la docente destaca que el proyecto, que contó con un equipo interdisciplinario de profesionales, en el que también hubo colaboración de estudiantes de postgrado y pregrado de la Escuela, y que tuvo a Danae Videla como coordinadora de la intervención en ambas comunas, representó para la EPUC y para ProCivico la oportunidad de ser parte de una política pública. “No siempre tenemos esa posibilidad, y esto de alguna manera nos ha desafiado a quienes investigamos. Nos ha desafiado a poner la mirada en distintos niveles. No solo en lo micro, también en lo intermedio y en lo macro. El planteranos cómo articulamos esa política pública, creo que ha sido súper desafiante. Creo que tenemos un gran desafío como ProCívico, como Escuela de Psicología, y como disciplina, de hacer una psicología, como siempre digo, con mucha incidencia e impacto social”.
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Texto: Andrea Paz Fuentes Uribe, periodista Escuela de Psicología UC
Fecha: 06-03-2023