Lejos de familiares y sin la posibilidad de despedirse de sus seres queridos, los procesos de duelo han sido uno de los aspectos más complejos de la crisis socio-sanitaria que atraviesa el país y el mundo. En este contexto, el Programa de Magíster en Psicología Clínica de nuestra Escuela quiso abordar uno de los rostros más duros de la pandemia con quienes enfrentan esta realidad día a día: los profesionales de la salud que se encuentran en la primera línea del combate contra el Covid-19. El seminario, que congregó a más de 500 personas, permitió reflexionar sobre la importancia de los ritos y el apoyo psicológico en medio de la pandemia que ha cobrado la vida de más de 8 mil personas en nuestro país.
La llegada del Coronavirus no sólo generó cambios en el modo de vivir de las personas, también lo hizo en la forma en que nos despedimos de nuestros seres queridos. La muerte de quienes amamos, que siempre es una experiencia difícil y dolorosa, lo es aún más cuando debemos enfrentarla en soledad producto de la pandemia.
En Chile, más de 8 mil personas han fallecido producto del COVID-19. Muertes que producto de las medidas sanitarias han acontecido lejos de familiares y se han transformado en experiencias dolorosas, no sólo para los cercanos, sino que también para quienes han tenido que enfrentar esta experiencia como trabajadores de distintos centros de salud. ¿Cómo se viven los duelos en contexto de pandemia y cómo se pueden hacer más llevaderos en medio del aislamiento social? Son algunas de las inquietudes que surgen y que fueron abordadas en el «Seminario duelo, vínculo y pandemia» organizado por el Programa de Magíster en Psicología Clínica de la Escuela de Psicología UC. Iniciativa que generó un espacio de reflexión y diálogo con quienes han tenido que enfrentar este tema de forma cotidiana.
Fueron más de 500 los trabajadores de la salud que participaron del encuentro online que contó con la participación de académicos de Psicología UC y expertos invitados. Jornada que partió con las palabras de bienvenida de la profesora Claudia Cerfogli, jefa del Magíster en Psicología Clínica de la Escuela, que pidió un minuto de silencio en memoria de todas aquellas personas que fallecieron durante esta pandemia. “En esta crisis hemos transitado de la incertidumbre y confusión a sentimientos de angustia, miedo y dolor por las personas que hemos perdido. Por eso, como comunidad académica y formativa en el ámbito de la salud mental, nos hemos movilizado con iniciativas que buscan disminuir en alguna medida el malestar psicológico, con el fin de prevenir peores consecuencias producto de la amenaza sanitaria. Este seminario es una de ellas”.
Por su parte, el profesor Germán Morales, quien fue el principal impulsor de la iniciativa que se transmitió a través de Zoom, dedicó el encuentro a la memoria de su amigo Patricio Muñoz Navarrete. “Abogado y defensor de los derechos de los trabajadores”, que hace algunas semanas murió víctima del Covid-19.
El académico, que participó de la instancia con la charla “Trauma, duelo, elaboración y pandemia: una perspectiva relacional”, agradeció el interés que despertó la actividad y destacó la necesidad de plantear la importancia de los ritos, religiosos o comunitarios, en el contexto actual. Una crisis que se ha ido tornando en traumática y donde uno de los aspectos más importantes es la dimensión relacional. “La solidaridad versus la individualidad es una tensión constante. La libertad y el control, otra tensión. Dando lugar a lógicas de supervivencia, donde cada cual ha ido buscando un refugio”.
En ese sentido, el profesor hizo un llamado a no olvidar que lo más importante es nuestra disponibilidad. “El estar atentos y activos al tiempo emocional del ‘enduelado’ o ‘enduelada’, teniendo como telón de fondo nuestros propios duelos. Ya que éste es un proceso universal, cuya universalidad se nos hace aún más patente en tiempos de pandemia”.
La actividad, que se enmarcó dentro de una serie de iniciativas desarrolladas por la Escuela de Psicología, que buscan ayudar a la comunidad en medio de la incertidumbre y angustia provocada por la llegada del Covid-19, fue destacada por las y los participantes, quienes resaltaron la mirada más humana respecto a la muerte. “Me gustó mucho. Me ayudó en términos prácticos, porque estoy haciendo acompañamiento emocional por un programa municipal y esto te ayuda a considerar y repensar un poco en lo que uno está haciendo”, dijo Camila Zamora Lagos, psicóloga y sexóloga, que actualmente trabaja en el Programa de Atención y Acompañamiento Psicológico Remoto en Tiempos de Crisis de la Municipalidad de Ñuñoa.
Por su parte, la terapeuta ocupacional del CRS Cordillera Oriente Maritza Flores Fernández, otra de las participantes del Seminario, destacó que buscar formas de comprender, organizar la información y articular redes, en la que es la primera pandemia de muchos profesionales, resulta fundamental. “No se tiene mucha información sobre el virus y complementar miradas es importante para construir. Es importante el anticiparse a lo que vendrá post pandemia y estas instancias contribuyen a facilitar información, activar redes y mirar aspectos que en ocasiones no vemos por distintos motivos”.
El dolor a la distancia
‘Está estable dentro de su gravedad’ o ‘no hay evolución positiva’, son algunas de las noticias que diariamente tiene que entregar el personal de salud a familiares que viven la angustia de no estar al lado de su familiar o ser querido en sus últimos momentos de vida. “Las familias están en duelo desde que el paciente fue ingresado. El duelo comienza desde ahí. Desde la incertidumbre de no saber en lo que está el otro”, dijo Verónica Vargas Araya, candidata a magíster en psicología clínica de nuestra Escuela, quien durante esta pandemia ha desarrollado un importante trabajo como encargada del área de salud mental de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
La profesional, que presentó la charla “Acompañamiento en procesos de duelo en pacientes Covid-19 desde una mirada psicointensivista”, explicó que uno de los desafíos más grandes ha sido el compatibilizar los estrictos protocolos de distanciamiento con la necesidad de acompañamiento, tanto de pacientes como de familiares, manifestando la importancia de flexibilizar los protocolos para que puedan despedirse. «Es ahí donde se manifiestan los últimos deseos, donde se manifiesta el amor hacia la familia. Donde se manifiestan situaciones inconclusas y la familia tiene la oportunidad de hacer una narrativa, una conexión con su ser querido antes del momento final. Creo que si nosotros no lo hacemos, dudo que esto se haga, porque hoy nuestros colegas sanitarios están preocupados de sostener la vida. ¿Pero quién sostiene la muerte?”, reflexionó.
Complejidades a la hora de enfrentar los procesos de duelo, de verificar que existe un antes y un después de la pérdida, que también fueron abordadas por el profesor Alejandro Reinoso en su charla “Duelos de pandemia y de post pandemia: una perspectiva psicoanalítica”.
En su intervención, el académico de la Escuela de Psicología UC, habló de la necesidad de elaborar, en un proceso de duelo personal o grupal, aquello que se ha perdido en relación al período que precedió la pandemia, así como lo que está emergiendo tras ella. “Esa marca del antes y el después en relación a una pérdida, del tipo que sea, permite iniciar procesos de elaboraciones. Puede permitir anticipar y nombrar con otros aquello que también se va a perder después de la cuarentena. (…) Ese nominar anticipadamente puede permitir, por una parte, ubicar fantasías que pueden ser catastróficas, del tipo ‘esto ya no va a ser como antes’, o puede llevar incluso a decretar el término de una relación de pareja, así como el término de una relación o de vínculos tóxicos o nocivos. En otros casos, que algo de lo bueno, de lo amoroso que ha surgido en este contexto, se pueda perder. Por lo tanto, iniciar estos procesos, ya sea verbales o gestuales, va a permitir entregar algunas pistas sobre lo que vendrá”, afirmó.
Un proceso complejo
Múltiples tipos de duelos son los que han surgido tras la aparición del Covid-19. Confinamiento y restricciones en nuestro funcionamiento, así como experiencias de muerte y necesidades crecientes de atención en salud mental, son algunas de las aristas de la crisis que ha trastocado distintos aspectos de la vida cotidiana. Entre ellos, el desarrollo de niñas, niños y adolescentes que les ha tocado nacer y crecer en este período tan complejo.
En un escenario con estrictas restricciones sanitarias, que nos obliga a pensar nuevas formas de vivir los duelos y la pérdida, la profesora Marcia Olhaberry en “Duelo en niños, niñas y adolescentes en el contexto del Covid-19”, afirmó que estos no siempre son eficientes, ni incluyen necesariamente a los más pequeños. “Para muchos niñ@s y adolescentes, es probable que la experiencia de la pérdida de un familiar por Covid sea la primera experiencia de muerte. Y no necesariamente cuentan con experiencias previas que les ayuden a elaborar lo que están viviendo”, explicó.
En ese sentido, la académica de nuestra Escuela destacó la función en la heteroregulación que los adultos cumplen en los niñ@s, que resulta fundamental para su bienestar y para el manejo del estrés. Función que puede verse interferida, especialmente cuando los procesos de duelo se complejizan en los adultos. “Sabemos que en tanto los padres y cuidadores se encuentren afectados de manera intensa por el duelo, los niñ@s a su cuidado van a percibir el sufrimiento y las emociones asociadas a estas experiencias (…) Si bien, la capacidad de sobreponerse frente al duelo en los padres y cuidadores es fundamental para contener y apoyar a los niñ@s, la expresión y validación del dolor y el sufrimiento permite, a través de la función de espejo, facilitar la conexión del niñ@ con sus emociones y su propio sufrimiento. Al ver la expresión en los adultos, los niñ@s aprenden que la expresión de pena y dolor es algo válido y necesario ante la pérdida. Y, por el contrario, cuando los adultos están disociados de sus emociones y no cuentan con la capacidad de verbalizar y compartir la experiencia, exponen a los niñ@s a utilizar los mismos mecanismos y experimentar la muerte de manera traumática”.
Otro aspecto que ha sido clave a la hora de enfrentar este complejo proceso que atraviesa nuestra sociedad, es el trabajo comunitario desarrollado por distintas instituciones y equipos de trabajo. Aspecto que fue abordado por la profesora Marianne Daher en “Duelo y cuidados desde una perspectiva comunitaria”. Charla en que la académica de nuestra Escuela destacó la importancia de los equipos en terreno, quienes tienen mayor capacidad de detectar a personas en mayor riesgo de generar procesos complicados de duelo, como por ejemplo, personas en situación de discapacidad o personas que han vivido situaciones de violencia.
Además, resaltó como un aspecto fundamental el cuidado de los que cuidan, abordando el duelo dentro de los equipos que están desarrollando trabajo comunitario. “El contacto con personas enfermas, así como con familias y barrios donde han ocurrido fallecimientos, produce un gran impacto en los equipos. Por el impacto emocional y el temor a contagiarse. Por ello, en equipos que han sufrido muertes, ya sea en sus integrantes o en las personas hacia las que dirigen la acción, es importante tener un espacio especial, más allá de las reuniones regulares, en que se aborde la situación de muerte, sin invisibilizar la importancia del evento ni normalizar su impacto. Creemos que eso es un hito fundamental para cuidar a los equipos”.
En la primera línea
Salas del adiós, para pacientes que ya no responden al tratamiento de una UCI y que requieren de un lugar donde fallecer, es algo que se está viviendo y que refleja la cruda realidad que enfrentan diariamente los trabajadores de la salud con la llegada de esta pandemia. Tema sobre el que quiso reflexionar en su charla, “Duelo en aislamiento social”, el doctor y profesor de la Facultad de Medicina UC, Alfredo Rodríguez.
Es que más allá de que la muerte, al menos en el área de cuidados paliativos, es un tema con el que recurrentemente deben lidiar los profesionales de la salud, el Covid-19 ha obligado a los equipos médicos a repensar el cómo enfrentarse a ella y al duelo. Sobre todo, porque se trata de una enfermedad desconocida, en que recién ahora se sabe qué factores podrían provocar un cuadro más complejo en ciertos pacientes que permitan anticipar una posible perdida. “Nosotros, en los equipos clínicos, tenemos ciertas variables, ciertos signos y síntomas, que nos sugieren que un paciente podría fallecer. Y podemos estimar ciertos pronósticos. Pero esto ha cambiado con la llegada del Covid. Cuando tenemos pacientes que se descompensan abruptamente. En donde dice íbamos bien y qué pasó”.
Por otro lado, las distintas disyuntivas que plantea este nuevo escenario, que se viven en lo cotidiano en los centros de salud, también fueron un tema sobre el que reflexionó en su exposición. “Como cuando permitimos el ingreso de un familiar de un paciente que está falleciendo y entendemos que el entrar puede tener un impacto emocional muy grande para ellos. El ver a su ser querido en medio de esa habitación lleno de máquinas (…) O cuando un familiar te pide que no declare que el paciente falleció por Covid-19, porque no podrá tener un rito funerario como corresponde. Cómo nos vemos enfrentados a ese tipo de disyuntivas, que uno entiende y comprende, pero que son incompatibles con la responsabilidad sanitaria y médica. Entonces, es complejo el tema de los equilibrios en esta época. Y son desafíos que hemos tenido que asumir como equipos de trabajo en el día a día”, afirmó.
Texto: Andrea Paz Fuentes Uribe, Periodista Subdirección de Extensión y Comunicaciones EPUC.