La docente, quien ya había sido reconocida en 2011, recibió este premio con gran alegría y orgullo, relevando la importancia de ajustar la docencia a los tiempos actuales y a las necesidades de los estudiantes.
En el marco de la inauguración del año académico de nuestra Universidad, que este 2023 cumple 135 años, se entregó el Premio de Reconocimiento a la Excelencia Docente (PRED), reconocimiento que en esta ocasión recayó en 34 académicas y académicos, entre ellas y ellos la profesora de nuestra Escuela de Psicología UC, Marcela Aracena Álvarez.
La académica, quien ha tenido una destacada carrera el área de psicología de la salud, trabajando en iniciativas relevantes como el Programa de Visita Domiciliaria Avanzada (ViDA) y la propuesta de política pública para un de sistema de atención híbrida en salud mental, que recientemente presentó ante la Comisión de Salud del Senado, se manifestó muy feliz y orgullosa de recibir este reconocimiento por segunda vez en su carrera.
“Ganar por segunda vez este reconocimiento después de 12 años, no solo me pone orgullosa de mí misma como académica, sino que me invita a revisar lo relevante de que cada una de nosotras y nosotros -los académicos- nos ajustemos a los tiempos históricos y a las necesidades que tienen los estudiantes actuales. Ellos y ellas no sólo valoran el grado de conocimiento en el área que tengamos en la temática, sino la confianza que depositamos en ellos y el rigor para que cada uno potencie sus recursos y descubra dónde y cómo quiere aportar a la sociedad actual”, opina.
La académica, que lleva más de 25 años ejerciendo en nuestra Escuela, profesa su pasión por la docencia. “Es un gran privilegio formar a futuros profesionales que tendrán la posibilidad de estar en roles donde puedan tomar decisiones relevantes a nivel país. Siempre he tenido la sensación de que son la extensión de nuestras manos para aportar un ¨granito de arena¨ a nuestra sociedad”, comenta. Y es que para la profesora Aracena la juventud irradia “energía, pasión, sueños, búsqueda, entre otros. Todo ello hace que siempre estemos movilizados por las buenas preguntas e inquietudes de nuestros estudiantes”.
Retos actuales y adaptación de la docencia
El interés de la profesora Aracena por la docencia partió a temprana edad gracias a sus padres quienes, como ella comenta, le enseñaron el valor que la educación tiene como fuente de poder, “donde podemos aportar para que esta sea de calidad y por tanto contribuir como ciudadanos a nuestro entorno”.
Esta mirada hacia la formación con sentido ha cruzado su carrera, que como ella misma señala hoy en día presenta importantes desafíos. “Creo que el más importante es ver que en la universidad formamos personas integrales. Por tanto, no basta que los estudiantes conozcan ciertos contenidos en el área que han elegido. Nos interesa que ellos sean capaces de relacionarse con otro como individuos más que solo con la cabeza. Volver a la integralidad es un gran desafío para las universidades del siglo XXI”.
Otro reto que visualiza la experta es la velocidad con la que el conocimiento avanza versus la capacidad con la que las universidades pueden responder a sus estudiantes. “Cada vez es más necesario que las formaciones estén centradas en que las y los estudiantes sean capaces de aprender a aprender, como asimismo que las metodologías de enseñanza estén centradas en la resolución de problemas. En esta misma línea es necesario que desde la universidad se muestre y potencie la relevancia del trabajo en equipo desde que ingresan a la universidad”, opina la docente.
Al desafío anterior se suma la incerteza en la que vivimos actualmente, lo que genera estudiantes más escépticos acerca de la vida y a los que cuesta más llegar. “Ninguna generación es igual a la otra. Requiere que estemos siempre alerta a las inquietudes que nos plantean los estudiantes. Lo anterior nos exige mayor flexibilidad en el cómo hacemos la docencia, sin perder de vista los objetivos de ésta”, manifiesta.
Esta adaptación a los tiempos, enfatiza, es muy importante cuando se trata de mantenerse vigente como académica, lo que está directamente relacionado con escuchar las necesidades de aprendizaje de las y los estudiantes. “Cuando se dan cuenta que los docentes estamos escuchando sus necesidades de aprendizaje ellas y ellos están más dispuestos a involucrarse. Perciben cuando un académico le gusta lo que hace y es capaz de adecuar sus metodologías a los tiempos actuales; lo cual es para mí un desafío constante (…) Nuestros esfuerzos deben estar dirigidos a que ellas y ellos encuentren qué es lo que los mueve y desde ahí ofrecer nuestros conocimientos y nuestras experiencias”, indica.
Para aquellas y aquellos psicólogas y psicólogos que deciden comenzar con su carrera docente, la profesora Aracena les llama a mantenerse vigentes en sus conocimientos, disfrutando y valorando la docencia como “una gran oportunidad de formar a nuevas generaciones que pueden hacer la diferencia a nivel país”.
Texto: Gina Nicole Norambuena Martínez, Comunicaciones Escuela de Psicología UC.
Fotos: César Cortés, Comunicaciones UC
Fecha: 4 de abril de 2023.