Generación 1977 de la EPUC concreta apoyo a la Región del Maule ante emergencia generada por intensas precipitaciones

Al ver los devastadores efectos de las lluvias en distintas localidades maulinas, el grupo de egresados se congregó para reunir fondos y enviar elementos de aseo e higiene, agua y ropa a la comuna de Curepto. La iniciativa fue encabezada por Ana Carolina Reynaldos, egresada de la EPUC residente en Talca.

En una clara demostración de altruismo, empatía y compromiso con el bienestar de la sociedad, un grupo de ex alumnos de la generación 1977 de la EPUC se organizó para ir en ayuda de los habitantes de la Región del Maule que resultaron afectados por las intensas precipitaciones registradas en la zona durante agosto.

Se trata de un conjunto de egresados de la EPUC que, utilizando las bondades de la tecnología y las herramientas de comunicación online, decidieron estrechar lazos, mantener un vínculo activo y dialogar con frecuencia hasta el día de hoy tras reencontrarse en la celebración de los 60 años de la Escuela celebrada en 2017 en Casa Piedra.

Fue así como, al enterarse de la compleja situación que se vivía en la Región del Maule, decidieron tomar acción e ir en apoyo de la comunidad. “A raíz de las recientes inundaciones, que volvieron a arrasar localidades que ya habían sufrido estragos en junio, y al ver ciudades como Talca, donde yo resido hace más de 30 años, bajo el agua, inmediatamente apareció en el grupo la inquietud de cómo estaba yo y mi familia, surgiendo la frase ‘¿cómo ayudamos’”, cuenta Ana Carolina Reynaldos, psicóloga de la promoción 1977 de la EPUC.

Según relata, aunque la situación en Talca era crítica, el nivel de pérdidas y posibilidades de ayuda a las que podía acceder no se comparaba con otras localidades más alejadas, por lo que decidieron focalizar el apoyo en la comuna de Curepto, que tenía zonas completamente inundadas y aisladas. “Mi hija Amanda trabaja en la Escuela Pedro Antonio González de esa comuna, establecimiento que quedó como albergue para damnificados. Ante esto, propuse al grupo dos alternativas: enviar ropa y materiales de limpieza y aseo desde Santiago, donde está la mayoría, o reunir fondos en una cuenta para adquirir los insumos en Talca y transportarlos personalmente a la comuna. Esa fue la opción que se acogió”, narra Ana Carolina.

De esta forma, el domingo 27 de agosto se logró concretar la primera entrega de insumos al Cuerpo de Bomberos de Curepto, que recibió un importante número de palas, guantes de cabritilla, escobillones, cloro, botellones de agua y toallitas húmedas. Todo recepcionado por la voluntaria Maribel Garrido. Posteriormente, el domingo 3 de septiembre se realizó una segunda entrega de ayuda consistente en toallas y ropa interior de hombre, mujer y niños. Este aporte fue recibido por Carlos Muñoz, de Radio Poesía de Curepto, emisora perteneciente a Bomberos. Fueron los propios residentes de la zona quienes sugirieron que los aportes llegaran allí dado su nivel de información sobre las necesidades de la comunidad.

Más de cuatro décadas de compañerismo

La popular aplicación de mensajería Whatsapp, presente hoy en la mayoría de los teléfonos inteligentes, ha sido una herramienta clave para que la generación 1977 de la EPUC pueda seguir en contacto tras su reencuentro en 2017. En aquella instancia, cuenta Ana Carolina, los participantes escribieron sus datos en un papel y a los pocos días ya intercambiaban mensajes en un grupo virtual.

Luego de eso, vinieron otros encuentros que afianzaron aún más al grupo, como un almuerzo en la casa de Benito Baranda y Lorena Cornejo, otra reunión en el hogar de Sara Ergas, y una tercera realizada en el Campus San Joaquín con motivo del fallecimiento de Misael Bruna, integrante de la misma generación.

Así las cosas, resulta evidente que cada reencuentro de este grupo de ex alumnos de la EPUC refleja la enorme calidad humana y profesional de sus integrantes y su compromiso con la sociedad. Se trata de una «generación de oro», según la académica Marcela Aracena, quien atribuye el espíritu de camaradería y compañerismo al hecho de ser «uno de los primeros centros de estudiantes al interior de la UC que fue elegido en forma democrática durante los tiempos de la dictadura».

«Fue un centro de estudiantes que estuvo constituido por estudiantes de todo el espectro político. Nosotros soñamos una mejor sociedad y para ello fomentamos respetar nuestras diferencias entre los estudiantes de la época. Aprendimos juntos que ver al otro y otra permite llegar a acuerdos en temas relevantes, independiente de los partidos políticos», agrega.

«Lo que aprendimos en esa época lo mantenemos hoy en día. Por tanto, volver a reunirnos en la celebración de los 60 años de Escuela fue un paso natural. Vivimos tiempos difíciles y aportamos a la conciliación de miradas polares de la época. Hoy hay nuevos desafíos que enfrenta nuestra sociedad. Por ello, cuando Carolina nos convocó, todos estábamos dispuestos a aportar. El altruismo, la empatía y el compromiso se construyen viendo al otro y otra. Y, eso, lo aprendimos en nuestra época universitaria», concluye.

Por su parte, el también académico de la EPUC, Benito Baranda, destaca lo valioso que es integrar este grupo. “Ser parte de la generación del ‘77 ha sido un gran regalo para nuestra vida junto a Lorena. Contar con la amistad de compañeras y compañeros con diversas y ricas trayectorias vitales nos hace crecer, mirar la realidad de manera más amplia, admirarnos permanentemente por los caminos que emprenden y aprender muchísimo de sus reflexiones”, comenta.

“En medio de ello nos involucramos en campañas solidarias donde participa más de alguno de nosotros. Eso nos moviliza, como lo ha hecho persistentemente Carolina Reynaldos, gracias a su hija Amanda, mostrándonos la realidad de Curepto en estos duros tiempos que les ha tocado vivir a sus habitantes. El estar abiertos a los demás, el no dormirse frente a lo que ocurre en nuestra sociedad ni ser indiferentes ante momentos difíciles, nos ayuda como generación a mantener viva esa humanidad que nos une y nos hace mejores personas», agrega el fundador de América Solidaria y quien cuenta con una destacada trayectoria como activista social.

En el grupo también participan los egresados Lorena Cornejo, Eduardo Silva, Claudia Sutulov, Sara Ergas, María Consuelo Martínez, Cristina Carafí, Octavio Justiniano, Nicole Cazenave, Juan Flores, Eve Marie Apfelbeck, Fernando Castro, Verónica Bunster, Jorge Ley, Ligia Bizama, Benjamín Moreno, Carmen Birke, Jorge Garcés, Caterina Manzo, Nancy Goldstein, Mónica Thodes, Helga Moller, Josefina Vicuña, Elisa Molina, Nicole Moreau, Rosario Zenteno, Mónica Correa, Yin Loo Taha y Gonzalo Almarza.

Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC.
Fotos: Ana Carolina Reynaldos
Fecha: 21/09/2023