Marketing de alimentos y comunicación en salud pública fue el tema que compartió la profesora Fernanda Mediano en esta nueva versión de Psicología Presenta. Entendiendo que el poder de persuasión publicitaria de los alimentos es un tema que en los últimos años ha estado en el debate, la académica señaló que el marketing de alimentos es uno de los determinantes comerciales de la salud. “La OMS define determinante comercial como las estrategias y las prácticas de la industria para aumentar sus ventas, pero que tienen efectos negativos en la salud de las personas. Como por ejemplo, el marketing en el alcohol, en el tabaco, etc.”
Y si bien la mayor preocupación ha estado en los niños, estas prácticas también tienen un impacto negativo en la población adulta, principalmente a través del “marketing de salud”. Por ejemplo, esto se pudo observar cuando se implementó la Ley de Etiquetado de Alimentos en Chile. “En esa oportunidad se hicieron grupos focales con mamás de distintos ingresos socioeconómicos y una de las cosas por las cuales se celebraba la ley es que las mamás no podían creer que un producto que se llamaba «Nutra Bien» tenía tanta azúcar y que solo al ver el sello se dieron cuenta. ¿Un queque de chocolate, con chips de chocolate, ¿por qué podría ser más saludable que uno que no se llamae «Nutra Bien»? Bueno, ahí está la construcción de marca, porque el envase dice que es «naturalmente rico» y tiene sabor a fruta. Entonces, un producto que dice que es alto en fibra, pero bajo en sodio, alto en calcio, orgánico y con fruta (aunque en realidad sea una cantidad muy pequeña), hace que creamos que es más saludable, aunque esté lleno de azúcar. El tema es que creemos que es saludable de forma general, independiente de los otros atributos que tiene, gracias a una especie de efecto halo. Hay un sesgo en la percepción”, dijo la académica.
De ahí la importancia de seguir avanzando en la regulación, porque más allá de que estos mensajes están regulados, el reglamento sanitario de alimentos permite a la industria utilizar esta comunicación confusa si se cumplen ciertos requerimientos. “Dentro del trabajo que hice durante el doctorado nos preguntamos si los sellos son una solución a este problema. Para ello generamos un producto ficticio. Utilizamos cereales con un mensaje bajo en grasa, alto en fibra y los sellos de advertencia nutricional. Y lo que vimos es que cuando un producto tiene el mensaje alto en fibra, en comparación con uno que no lo tiene, tiende a ser percibido como más saludable, de mayor calidad y más natural. Todo esto genera mayor intención de compra, ya sea para el consumo personal o para los niños. Los sellos hacen lo mismo, pero hacia abajo. Hay una menor intención de compra, ya que los consideramos menos saludables. El problema es que, independiente de la presencia de los sellos, siempre un producto alto en fibra será percibido como más saludable, aunque desde el punto de vista nutricional no lo sea. Entonces, de nuevo hay un problema regulatorio, porque lo que hace a un cereal más saludable no es su cantidad de fibra, sino su cantidad de azúcar. Le puedo poner kilos de fibra y seguirá siendo poco saludable por su cantidad de azúcar. En el mismo reglamento sanitario de alimentos están estas dos reglas. Hay que mejorarlo para que cuando hayan sellos, no se utilice este marketing de salud”, comentó la investigadora, relevando que aún hay mucho que hacer en esta materia en el país.
Otro ejemplo de este efecto halo es lo que sucede con los productos sustentables y amigables con el medio ambiente. “Y lo que se sabe es que tendemos a creer que son más saludables. Hay una alta correlación ahí. Y tenemos empresas como Coca Cola, que están haciendo una tremenda campaña de sustentabilidad en sus envases. Aunque por otro lado no digan nada de los litros y litros de agua que utilizan para hacer su producto. ¿Por qué nos preocupa esto? Porque existen algunas empresas, como Carozzi y otras, que ponen estos sellos que dicen que el producto es recivlable lo más cerquita posible de los sellos de advertencia nutricional para que exista esta asociación a lo saludable. Entonces estamos por lanzar este experimento con Camila Corbalán, del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos, y Camila Román, estudiante del doctorado que será asistente de investigación, para ver qué pasa con estos sellos ambientales. Para ver qué pasa cuando dos ministerios entregan mensajes fuertes que se contraponen”, señaló.
Texto y Fotos: Andrea Fuentes, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 30-11-2023