“Migramos: un juego, un viaje y una trayectoria” es el nombre del proyecto que surgió del trabajo desarrollado en el curso Taller de Integración II, el cual invita a las y los jugadores a que hagan el ejercicio de identificarse con una persona migrante y las distintas problemáticas que ésta debe enfrentar. Una iniciativa que por su relevancia y aporte a la transformación de imaginarios sociales en torno a la migración, fue seleccionada entre las propuestas sociales ganadoras del VI Congreso Social UC.
Reflexionar sobre las diversas dimensiones involucradas en la experiencia de migración, en el contexto chileno actual, es lo que busca “Migramos: un juego, un viaje y una trayectoria”. Una invitación para que las y los jugadores experimenten una serie de complejidades y dilemas involucrados en la migración, de manera de que se logren identificar con quienes, por diferentes razones, han debido abandonar su país de origen.
El proyecto, que se sustenta en la evidencia acumulada sobre las bondades de la utilización del juego para el aprendizaje, tanto en contextos educacionales como comunitarios, surgió del trabajo desarrollado en el curso Taller de Integración II, el cual es dictado por la profesora Verónica Monreal. Una iniciativa que ha contado con la colaboración del Programa Aprendizaje Servicios UC (A+S) y el Centro de Desarrollo Docente, quienes vieron en el proyecto la oportunidad de aportar a la formación del compromiso en estudiantes de educación superior, a través de metodologías innovadoras como el aprendizaje basado en juegos.
El material, que ha sido diseñado sobre la base de una reflexión bibliográfica sobre la migración en Chile, busca que las y los participantes puedan, en un contexto lúdico, asumir el rol de una persona migrante. En este juego, que tiene una duración aproximada de 40 minutos, el desafío es mejorar la calidad de vida de la persona e idealmente cumplir un sueño, que generalmente es el que moviliza a tomar la decisión de dejar el país. A través de tarjetas y noticias, el jugador va experimentando distintas situaciones que afectan el tablero de bienestar y a sus distintas dimensiones: cultura y ocio; salud y bienestar; justicia y extranjería, vivienda; trabajo; y educación.
De acuerdo a Natalia Pérez-Luco Alarcón, una de las estudiantes participantes del proyecto junto a María Ramírez, Mariana González, el interés para abordar la temática de la migración fue que para ella y sus compañeras era un tema que les inquietaba. “En mi caso, cuando era niña viví en otro país y viví un poco de discriminación. Sentí la diferencia de lo que era estar en un país que no era el mío. Y coincidió que, por nuestras trayectorias personales, éste era un tema que nos sensibilizaba a todas. Nos motivaba el investigar más sobre el fenómeno migratorio y ver cómo, desde la psicología, podíamos ser un aporte. Las tensiones, los prejuicios, y que no logremos empatizar tan fácilmente con personas que han tenido trayectorias diferentes a las nuestras, es algo real y humano, pero tenemos que trabajar para que no sea así. Por eso queremos aportar a la reflexión. Esperamos que el juego pueda ayudar a eso, a generar más empatía y a alejarnos de esas primeras barreras que experimentamos todos ante lo desconocido”.
En ese sentido la profesora Verónica Monreal, quien conduce el proyecto, explica que si bien la idea de hacer este juego nació en el curso de Taller II, el impulso para llegar al nivel que está desarrollado en la actualidad vino después de que el curso finalizara. “En este curso hay un espacio para que las y los estudiantes creen sus propias actividades de sensibilización, comunicación o reflexión. Y en este caso hubo un trabajo que fue más allá del solo cumplimiento de la actividad. Muchas veces hay ideas muy buenas, pero no se siguen desarrollando y quedan en la propuesta preliminar. En este caso hubo un impulso posterior, y el juego que tenemos hoy es muy distinto al anterior. Aunque la idea preliminar es la misma, hemos ido incorporando una serie de elementos que hacen que el jugador enfrente distintos desafíos y decisiones. Hemos ido enriqueciendo el proyecto».
Y si bien el juego está pensado para estudiantes universitarios, sus creadoras no se cierran a ampliar el público objetivo. “Creemos que jugar nos permite bajar barreras frente a temas que son más delicados y generan tensión. El fenómeno psicosocial de la migración está ocurriendo en todas partes del mundo. Existe el fenómeno de la globalización, existe una crisis socioambiental que va a generar olas migratorias, existen violaciones a los derechos humanos que provocan que la gente migre. Está dentro de los derechos humanos el migrar y es algo con lo que tenemos que aprender a convivir. Debemos dialogar y seguir debatiendo hasta que superemos estas tensiones que se están viviendo. Esperamos que el juego pueda aportar a eso, a alejarnos un poco de estas primeras barreras y a abrir la mirada”, señala Natalia.
Respecto a los desafíos que se vienen a futuro, la egresada de la EPUC señala que por ahora lo que más la ocupa es el seguir testeando el juego. “Queremos testearlo al máximo. Que pueda jugar la mayor cantidad de personas posibles, porque si bien está pensado para adultos universitarios, creemos que puede tener potencial también en otros contextos. Esto también nos sirve para asegurarnos que nosotras mismas no estamos perpetuando prejuicios negativos sobre la migración. Queremos generar reflexión. No buscamos imponer una mirada sobre la migración, sino que invitar a colocarse en el lugar del otro”, afirma sobre el juego que fue seleccionado entre las propuestas sociales ganadoras del VI Congreso Social UC.
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Texto: Andrea Fuentes U.
Fecha: 05-06-2023