Destacado perito forense español Miguel Ángel Soria inició 1era versión del Diplomado en Análisis de la Conducta e Investigación Criminal

El académico e investigador, de vasta experiencia como profesor de psicología jurídica, criminal y criminología en las universidades de Barcelona y Autónoma de Barcelona, asegura que, en el contexto actual, la disciplina es “cada vez más necesaria”, teniendo un enorme impacto en la resolución de hechos delictuales de distinta connotación.

.

Este 2024, la EPUC estrenó su Diplomado en Análisis de la Conducta e Investigación Criminal, programa destinado a brindar competencias vinculadas a la pesquisa de crímenes y delitos en Chile, y que se suma al Diplomado en Psicología Jurídica, que se desarrolla con éxito desde hace 20 años y que cuenta con renombrados académicos nacionales e internacionales vinculados al ámbito forense.

Uno de esos académicos es el destacado psicólogo, investigador y perito forense español, Miguel Ángel Soria, quien lleva años integrando el cuerpo docente del Diplomado en Psicología Jurídica y que, de paso por nuestro país, dictó una clase magistral de “Testificación y defensa oral en sala del tribunal” para el recién estrenado programa, entre otras presentaciones enmarcadas en su rol docente en ambos diplomados.

En ese contexto, el doctor en Psicología y profesor de psicología jurídica, criminal y criminología avanzada de la Universidad de Barcelona, destaca el positivo impacto que la incorporación de técnicas de análisis de la conducta y la psicología criminal, en general, han tenido en la resolución de crímenes. A su juicio, pese al desconocimiento que todavía existe sobre la disciplina, ahora “se empieza a ver que es muy necesaria”, por lo que representa una atractiva posibilidad de desarrollo profesional para los psicólogos.

“La verdad es que el impacto ha sido brutal, y lo digo por experiencia personal en sala y a nivel de asesoramiento de las unidades policiales”, asegura el especialista, que desde 1990 ha participado como experto forense en casos de homicidios, violaciones y abuso sexual infantil, entre otros, además de publicar libros y decenas de artículos sobre el tema.

“A la investigación, y a nivel forense, a la disciplina no se le ha dado todavía el valor que tiene, por desconocimiento, pero la utilidad sí que la tiene. Ha habido sentencias importantes en España” gracias a la psicología criminal, agrega.

En este escenario, dice el experto, los profesionales que quieran desempeñarse en el ámbito de la psicología criminal deberán afrontar ciertos desafíos: aprender a lidiar con la estructura y el funcionamiento de la justicia y sus elementos de apoyo, como la legislación o las policías, y la necesidad de mantenerse actualizados.

“Lo que hoy sirve en 2024, posiblemente en 2026 esté desfasado. Se van descubriendo cosas o produciendo cambios como en todos los campos del saber. Entonces, esos conocimientos deben estar actualizados, aunque sean delitos conocidos, porque se introducen nuevos elementos”, plantea el fundador y exdirector del Máster de Psicología Jurídica y Forense de la Universidad Autónoma de Barcelona.

“Evidentemente, las modificaciones en el tipo de delitos a nivel penal, pero también a nivel legal, las modificaciones en el ámbito de la familia, cuestiones culturales, por ejemplo, todo eso hace que te obliguen a actualizarte”, agrega.

Pero eso no es todo: el académico asegura que en el ámbito de la psicología forense es necesario estar consciente de que, independiente del área de desempeño dentro del ecosistema judicial, es clave aprender de los errores propios y “entender que te equivocas”. “Tienes tantos inputs de información -juez, fiscal, policía, víctima, informes escritos, etc.- que es necesario darse cuenta de que no tienes por qué estar en posesión de la verdad y que todo es probabilístico”, explica.

“El segundo punto importante es que entiendas tu papel. O sea, tu papel no es decir si un señor mató porque es un psicópata, esto no nos toca a nosotros, le toca a un juez decidir. La función es ayudar a que aquello mejore”, añade el experto forense en delitos violentos complejos.

Y aunque la psicología criminal y forense está llamada a colaborar en el esclarecimiento de los delitos, también puede contribuir a su prevención. “Por ejemplo, si tenemos un violador en serie, a partir de datos que conocemos por estudios previos, podemos establecer que este señor tiene unas características determinadas y determinar su forma de actuar. A partir de ahí, das información a la policía para mejorar su operatividad. Es un elemento preventivo”, concluye Miguel Ángel Soria.

PSICOLOGÍA JURÍDICA Y CRIMINAL EN LA EPUC

Tanto el Diplomado en Psicología Jurídica como el Diplomado en Análisis de la Conducta e Investigación Criminal son programas que permitirán a sus estudiantes complementar el trabajo de la justicia desde distintas veredas.

Para el profesor Soria, que conoce la realidad de distintos sistemas de justicia en el mundo y el rol de la psicología criminal en cada uno de ellos, la evolución del trabajo en este ámbito en Chile es más que destacable. “Es mejor que lo que los propios chilenos piensan que es”, asegura.

Según dice, sistemas judiciales o de inteligencia como el norteamericano, por ejemplo, “hace 20 años eran otra cosa”. No obstante, agrega, “hoy en día toda la información es accesible”. Por ello, cada vez son menos las diferencias entre en el quehacer de quien ejerce la psicología criminal en nuestro país o en naciones que históricamente han sido referentes en la materia.

“Aquí en Chile se le valora y yo noto mucha curiosidad por aprender. Hay alumnos muy dedicados, pero en general hay un cambio cultural importante en el nivel universitario”, dice al comparar la realidad chilena con la de España, su país de origen.

Si te interesa desarrollarte en este campo, te invitamos a conocer más de nuestros diplomados en Análisis de la Conducta e Investigación Criminal (más información aquí) y Psicología Jurídica (más información aquí).

Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC

Fecha: 25/07/2024