La instancia, organizada por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) -institución fundada, entre otras, por la Universidad Católica-, fue parte de la nutrida agenda de la investigadora en nuestro país, que incluso la llevó a presentarse en el último Congreso Futuro.
La destacada neurocientífica y pediatra francesa, Ghislaine Dehaene-Lambertz, presentó en la EPUC la charla “EEG: a way to trac kan infant’s thought flow?”, instancia donde abordó las nuevas técnicas de electroencefalograma para estudiar el desarrollo mental y los estados conscientes en niños pequeños.
La académica e investigadora, quien hoy ejerce como Directora del Laboratorio de Neuroimagen del Desarrollo del CNRS, París-Saclay, repasó parte de su investigación en la que intenta comprender el funcionamiento y la organización del cerebro durante el desarrollo temprano, trabajo pionero en la modelización de las bases cerebrales de las habilidades cognitivas y los aprendizajes durante la primera infancia.
La instancia, organizada por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA) -institución fundada, entre otras, por la Universidad Católica-, fue parte de la nutrida agenda de la investigadora en nuestro país, que incluso la llevó a presentarse en el último Congreso Futuro, realizado en enero pasado y donde habló de la especial sensibilidad de los niños al lenguaje y las interacciones verbales, aspectos que serían claves para su desarrollo.
En ese contexto, la especialista destacó la enorme capacidad de aprendizaje que tienen los niños durante sus primeros tres años o mil días, cuando muestran un gran potencial para entender y aprender palabras. «Hay que considerar que los niños parten con cero palabras y a los 6 años entienden cerca de 14 mil. Esto quiere decir que en un momento el niño está aprendiendo entre 10 y 20 palabras al día”, dijo.
Sin embargo, aseguró que, para alcanzar ese nivel de aprendizaje, es necesario que al niño se le hable, lo que parece no estar ocurriendo con frecuencia en los tiempos que corren. «Cada niño tiene una red cerebral para aprender una lengua, pero para aprenderla necesitas que alguien le hable. El problema es que ahora, que tenemos celulares muy interesantes, en muchas familias no le están hablando al niño y éste no puede hablar si nadie le habla», explicó.
Esta situación puede representar un riesgo para el futuro desarrollo del niño, pues, si se retrasa su exposición al lenguaje, podría experimentar problemas de aprendizaje más adelante. “A los mil días, muchas de tus configuraciones de aprendizaje están listas. Sabemos que para que el lenguaje hay periodos críticos. Si esperas mucho antes de exponer al niño al lenguaje, nunca será un buen aprendiz y siempre estará en desventaja”, planteó.
En ese sentido, dijo que la importancia de hablarle a los niños no sólo tiene que ver con darle vocabulario, sino con traspasarle “la estructura del lenguaje. “Se trata de escuchar a los padres que les hablen directo a ellos, no de escucharlos hablando entre ellos. Esa es la manera de escuchar la melodía del lenguaje, su estructura, la sintaxis. Todo eso es esencial para usar el lenguaje después”, explicó.
Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 26/03/2024