Alejandro Reinoso: ¿Qué hace un psicólogo/a en la Iglesia?

Quien fue el encargado de abrir esta nueva versión de “Psicología Presenta” fue el profesor Alejandro Reinoso. El académico, uno de los directores académicos del “Diplomado en Trauma y Duelo: desde una perspectiva subjetiva y relacional”, se preguntó sobre cuál es la relación que tiene el campo de la psicología con la Iglesia. 

Una relación conflictiva, ya que durante muchos años el Vaticano dejó instalada la idea de que había que decirle que no a la psicología, especialmente al psicoanálisis. Para muchos sectores de la Iglesia, se trataba de una teoría que pensaba en el inconsciente y exaltaba el placer. Una situación que, de acuerdo al académico, recién vino a cambiar en la década de los 60, con el movimiento gestáltico y las teorías humanistas. “Ahí empezaron a abrirse caminos algunos sacerdotes, incluyendo el que le da el nombre a este auditorio, el Padre Juan de Castro, quien estudió psicología, seguidor de Jung. También el padre Mario García, quien era uno de los formadores en los jesuitas. En fin… psicología y sacerdocio estaban atados”, señaló.

De hecho, en los años 60, el profersor recordó que era común que terapeutas de pareja fueran psicólogos y sacerdotes. Y gran parte de la entrada del movimiento psicodélico desde la iglesia estuvo asociada con psiquiatras y psicólogos que tenían una práctica católica. “Entonces, ¿qué podría hacer en esa época un psicólogo en la Iglesia? La verdad muy poco si no era religioso. Pero eso empezó a cambiar y desde esa época se ha producido una entrada importantísima en distintos campos”, afirmó. 

Un ejemplo que quiso destacar en su exposición fue el de Ómar Arrué. El ex profesor de la EPUC, quien fue el encargado de seleccionar durante más de 40 años a los jesuitas en Chile y Uruguay. “Es decir, en ese momento ya no se requiere necesariamente ser un religioso, o alguien incluso católico, para colaborar con la Iglesia. Y dentro de estas incidencias, la primera y la más importante creo que fue en los años 80, con la apertura de la Iglesia durante la Dictadura para realizar actividades sociales y comunitarias. Una entrada muy fuerte en el terreno de los programas sociales, incluso programas sociales que posteriormente derivaron en políticas públicas cuando llegó la democracia. Programas vinculados con la prevención del alcoholismo, trabajo con niños, con adolescentes, con madres, y particularmente con adolescentes en problemas”.

El apoyo a movimientos e iniciativas en el terreno de lo psicosocial, o la contribución a la formación de sacerdotes y religiosos, es solo una muestra del importante vínculo que se ha generado con la psicología. “¿Ustedes saben que en los seminarios y en las casas de formación hay clases de psicología clínica, de psicología del desarrollo, y de bienestar social ejercidas por colegas nuestros? Y no solamente hacen clases, también tienen relatorías. Es decir, hacen charlas, conferencias, intervenciones, talleres de grupo, en los seminarios y en las casas de formación”. 

Muchos psicólogos y psicólogas también están trabajando en la promoción y prevención en salud al interior de la iglesia. “Desde hace 15 años existe una vicaría, que se llama Vicaría del Clero, que presta atención y apoyo a sacerdotes, religiosas y religiosos con talleres de distinto tipo. Como por ejemplo, en la prevención del alcoholismo y compras compulsivas. Hay una serie de programas de apoyo y asesorías en estas materias. También hay talleres de liderazgo y de desgaste profesional. Y hay acompañamiento a la toma de decisiones de casos complejos”, explicó.

En la actualidad la psicoterapia y la psicología clínica están legitimadas al interior de la Iglesia, pese al temor de algunos sectores más conservadores. “También en la actualidad debido al problema y a la crisis de la Iglesia en materia de abusos sexuales, todas las congregaciones religiosas tienen, por obligación, centros de prevención, promoción, y por supuesto, de tratamiento de abuso sexual. No solamente de religiosos o religiosas, sino que también de las personas que han sido víctimas”, dijo el académico. 

Para terminar, Reinoso reflexionó sobre qué es lo que permite que un psicólogo o una psicóloga se inserte en el espacio religioso. “Y por supuesto no son solo las herramientas profesionales. Podríamos decir que aparte de eso, lo que permite insertarnos en este espacio es nuestra capacidad de vincularnos, generar confianza y permitir un diálogo que es extremadamente delicado”.

Texto: Andrea Fuentes, Comunicaciones Psicología UC
Foto: César Cortés
Fecha: 30-11-2023