La estudiante de Psicología UC será una de las atletas que sacará la cara por Chile en la próxima cita de los anillos. A pocos días de su debut en el que es considerado el evento deportivo más importante a nivel mundial, la única representante de la esgrima nacional en París buscará pasar la mayor cantidad de rondas posibles. “Éste era mi sueño de niña. Toda esta experiencia va a ser ganancia para mí”, señala.
Arantza Inostroza sigue haciendo crecer el vasto legado deportivo de su familia al ser la única representante nacional que competirá en la esgrima de los próximos Juegos Olímpicos de París 2024. La sobrina de Paris Inostroza, el histórico multicampeón sudamericano y representante de Chile en los JJ.OO. de Atlanta, Atenas, Pekín y Londrés, repetirá la hazaña y hará su debut en la cita deportiva más importante a nivel mundial.
La heredera del clan aseguró su cupo en la competencia que se desarrollará entre el 26 de julio y el 11 de agosto al posicionarse como la mejor floretista del continente al ubicarse en el puesto 41° del escalafón mundial de la disciplina. Un hito más para el nutrido currículum de la estudiante de Psicología UC, que ya el 2022 obtuvo dos medallas de oro (florete femenino individual y equipos) en los Juegos Suramericanos de Asunción.
“Yo creo que todos los deportistas sueñan con algún día estar en los Juegos Olímpicos. Yo siempre apunté a eso. Mi tío había estado, entonces más ganas tenía de estar allí. Era mi meta y ahora quiero disfrutarlo. Toda esta experiencia va a ser ganancia para mí”, señala a pocos días de que se dé el puntapié inicial de la gran fiesta deportiva.
El legado familiar
“No podía haber sido de otra manera”, dice Arantza Inostroza cuando le preguntan cómo llegó a la esgrima. Es que el amor por esta disciplina lo lleva en la sangre. Su abuela Berna Budinic y su abuelo Juan Inostroza practicaban este deporte. Un legado que luego continuó Paris y Luciano Inostroza, quienes se transformaron en los grandes referentes de la disciplina a nivel nacional.
El primero participó en cuatro Juegos Olímpicos y alcanzó cuatro medallas panamericanas. El segundo, conquistó una medalla de plata por equipos en los Panamericanos de Winnipeg (1999). Una destacada carrera como deportista que luego siguió desarrollando como técnico. Labor que le ha permitido traspasar todo su conocimiento y experiencia a las nuevas generaciones de esgrimistas, entre las que se encuentra su hija Arantza.
Una historia cargada de triunfos que ella maneja con naturalidad. “No siento una presión extra por llevar el apellido que llevo, solo mucho orgullo. No lo siento como un peso, sino como algo que compartimos en familiaa y me siento muy orgullosa de continuar con ese camino”.
De cara a su debut en los Juegos Olímpicos, la deportista, que se ha transformado no solo en una de las figuras destacadas de la esgrima a nivel nacional, sino que también a nivel sudamericano, dice que aún no siente los nervios de la competencia. “Yo creo que ya cuando esté en París sentiré más la presión, pero ahora no estoy nerviosa y eso es bueno”.
Sueño cumplido
48 atletas serán los que representarán al país en la capital francesa. Un orgullo que para Arantza es resultado de un camino que comenzó cuando ella tenía 7 años y se enamoró de esta disciplina. “Esto es la acumulación del trabajo de toda la vida y los frutos se están viendo ahora. En estos últimos tres años he estado cultivando todo lo que he sembrado durante tanto tiempo. Gracias a mi entrega, pero también a la de mi familia y a la de mi equipo. Gracias a ellos han llegado estos resultados”.
A pocos días de cumplir su sueño de niña, la estudiante de cuarto año de psicología señala que alcanzar esta meta en ningún caso significa que dejará de aspirar a escalar más alto. “En los Juegos quiero llegar lo más lejos que se pueda. Ojalá pasar una o dos rondas. Y si bien he tenido buenos resultados en las copas mundiales, la idea es seguir avanzando en esas competencias. Llegar cada vez a puestos más altos”, dice la esgrimista.
Organización es la clave
Entre los aspectos que destacan de la esgrimista que se encuentra cursando el cuarto año de la carrera de psicología se encuentran su talento y perseverancia, pero también la organización. Una cualidad que le ha ayudado a compatibilizar su carrera en el alto rendimiento con sus estudios. “Es algo que me ha servido mucho. El ser ordenada con los tiempos, ya que son súper acotados, entonces es importante tener la capacidad de organizarse y tener prioridades establecidas”.
Arantza, que a futuro piensa tomar la línea de psicología clínica o la de laboral organizacional, también destaca el gran apoyo que para ella ha significado la Universidad y la Escuela de Psicología en particular. “Me han ayudado mucho a estar más tranquila y centrarme más en lo deportivo. Los profesores han sido súper comprensivos y flexibles. Por mucho que uno sea organizada, este año en particular ha sido bastante complejo, entonces de verdad todo eso se agradece. He sentido ese apoyo y me han ayudado bastante para que pueda rendir bien en lo estudiantil, pero también en lo deportivo. Me han orientado para ver qué ramos tomar y cuáles podría tomar después. Así que estoy muy agradecida”.
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Texto: Andrea Fuentes Uribe
Fotos: César Cortés y Ministerio del Deporte
Fecha: 15-07-2024