Como un espacio para conocer soluciones transformadoras e innovadoras para desafíos públicos complejos de abordar se desarrolló la iniciativa liderada por el Laboratorio de Innovación Pública LIP de la UC y el Banco Interamericano de Desarrollo BID. La jornada, realizada en el Centro de Extensión UC, contó con más de 900 asistentes, sesiones plenarias, paneles de conversación, workshops y la exhibición de posters. Entre ellos los presentados por nuestras académicas: “Música con Sentido y NarrArte” y “Salud Mental Comunitaria”.
Un encuentro para la co-creación y aprendizaje para diferentes gestores y líderes de organizaciones comprometidos con la mejora continua de los sistemas y servicios públicos fue lo que buscó impulsar el “Congreso de Innovación en Desafíos Públicos: del dicho al hecho”. El cambio climático, la inseguridad ciudadana, la mejora de la calidad de la educación y la salud, así como el abordaje de las nuevas dimensiones de la pobreza, son desafíos multifactoriales que demandan respuestas sistémicas por parte de la sociedad; por lo que conocer experiencias en implementación de soluciones innovadoras y transformadoras a la hora de enfrentar estas problemáticas es algo fundamental.
La iniciativa, liderada por el Laboratorio de Innovación Pública LIP de la UC y el Banco Interamericano de Desarrollo BID, contó con más de 900 asistentes, sesiones plenarias, paneles de conversación, workshops y la exhibición de posters. Entre ellos, dos trabajos presentados por las académicas de Psicología UC, Marianne Daher y Antonia Rosati.
“Música con Sentido y NarrArte”
En el Congreso desarrollado en el Centro de Extensión UC, nuestras académicas dieron a conocer un proyecto cultural comunitario impulsado en alianza con Colaborar UC y la Dirección de Desarrollo Comunitario (DIDECO) de San Joaquín, a través del cual buscaron profundizar en la dimensión comunitaria y cultural del desarrollo humano integral, desde una experiencia de intervención musical comunitaria en contextos vulnerables. Se trata de Música con Sentido y NarrArte.
La iniciativa, que implementa estas dos estrategias, se basa en un proyecto de investigación aplicada sobre desarrollo humano integral (VRI Interdisciplina II202201) y en un proyecto de mejoramiento de la docencia sobre Aprendizaje Servicio (Uniservitate Award 2022). Tras la realización de un diagnóstico participativo que permitió diseñar e implementar la intervención, se buscó abordar el problema “Brecha intergeneracional en integración barrial y aproximación a la cultura”, así como el interés “Existencia de identidad comunitaria e histórica-cultural”.
Los/as participantes de la intervención fueron personas integrantes de cuatro comunidades de San Joaquín, particularmente personas mayores y jóvenes. “Música con Sentido y NarrArte buscaban ir más allá de la representación artística y musical, para co-crear y restaurar, junto con las comunidades, a través del encuentro y el diálogo problematizador, sus historias, sentimientos y proyecciones”, explicaba el poster presentado en la actividad.
«Algo que me impresionó mucho, que fue lo que más le gustó a los actores sociales que participaron en la exhibición de posters, es que este proyecto lo hicimos siguiendo el ciclo de intervención social. Es decir, no impusimos la intervención a las comunidades, sino que fue a través de un proceso de familiarización, en el que se generó un diagnóstico participativo, con espacios de conversación y caminatas comunitarias, desde donde generamos información y diseñamos la intervención. Luego, en encuentros con las comunidades recibimos retroalimentación e hicimos ajustes. Después de eso, recién en ese momento, comenzamos la implementación. Y ese trabajo de abajo hacia arriba, basado en necesidades sentidas y no en soluciones impuestas, fue muy valorado. Más allá de lo que hicimos, fue la forma en que lo hicimos”, explicó Marianne Daher.
Para la académica, esta mirada, que es parte esencial de la lógica comunitaria, no siempre está presente en las intervenciones; por lo que muchas veces éstas pierden efectividad, ya que no les hacen sentido a las personas o comunidades a quienes van dirigidas. “Puede que para quienes venimos del mundo comunitario esto sea una obviedad, pero en el mundo público, privado, y en el de las organizaciones sociales, no siempre es así. Muchas veces las intervenciones son pensadas en el escritorio y después se imponen, por eso no resultan”.
Otro aspecto destacado por quienes visitaron la muestra de posters fue la utilización de la cultura en un proyecto comunitario. “Encontraban innovador que trabajáramos desde la música y actividades artísticas. Que usáramos líneas de tiempo, collages, técnicas narrativas basadas en el storytelling… El uso de estas técnicas culturales, pero de una manera participativa. Porque la intervención social no siempre conecta tanto con el mundo de la cultura, ni tampoco se utilizan técnicas tan participativas”, afirmó.
“Salud Mental Comunitaria (Fondecyt 1240405)”
Otro trabajo que mostraron las académicas durante la jornada fue “Salud Mental Comunitaria (Fondecyt 1240405). Una temática que preocupa a nivel mundial, sobre todo después de las consecuencias dejadas tras la pandemia.
Un problema que las académicas plantean abordar desde la mirada comunitaria, que conecta con sus determinantes sociales (nivel socioeconómico, género y relaciones sociales), proponiendo elaborar un modelo relacional con enfoque de género de salud mental comunitaria, para contribuir a la construcción de conocimiento, que permita a su vez generar recomendaciones de política pública.
“Si bien hay varias experiencias de intervención territorial, no hay muchos modelos teóricos. No hay tanta sistematización ni evaluación. Entonces lo que queremos es estudiar estas experiencias de salud mental comunitaria desde el sector social, de manera de generar información y a partir de eso desarrollar un modelo relacional; mirando la salud mental a nivel individual, pero también familiar, grupal, comunitario, organizacional e institucional. Mirar todo el entramado social y ver de qué manera esos distintos niveles afectan la salud mental y cómo, desde estos niveles, se puede promover», explica Marianne Daher.
La idea era presentar la propuesta teórica planteada por el proyecto FONDECYT Regular N°1240405 “Salud mental comunitaria: propuesta de un modelo relacional con enfoque de género desde el quehacer de programas sociales”, así como resultados obtenidos del FONDECYT de Iniciación N°11200394 “Programas sociales de intervención en pobreza: aspectos clave de los vínculos entre usuario/a y agente de intervención, grupal-comunitario y socio-institucional”, en el cual se estudiaron iniciativas locales de salud mental, así como las dinámicas del trabajo en red en salud mental, esto en el Programa Familias, del Subsistema Seguridades y Oportunidades, del Sistema Intersectorial de Protección Social de Chile.
Para Antonia Rosati, académica de la EPUC, la posibilidad de que la línea comunitaria forme parte de congresos de este tipo, “es una oportunidad para visibilizar el trabajo que se hace desde la psicología comunitaria en relación a la innovación y a los desafíos públicos. Somos una subdisciplina de la psicología que justamente está muy atenta a atender estas necesidades con formas distintas y novedosas de hacer las cosas, y es muy bonito ver que varias personas estaban interesadas en lo que hacemos, con formas más horizontales, más participativas”, señaló.
La investigadora también destacó la modalidad en la que participaron, señalando que a diferencia de una ponencia, que suele ser un espacio mucho más estructurado, los posters les permitieron generar un espacio de diálogo muy nutritivo. “Hablamos con muchos profesionales, con personas de organizaciones sociales, gente más dedicada al trabajo en terreno. Y eso es algo que a veces, en los congresos-ponencias, no siempre se da tan fácil. Por otro lado, los posters nos permiten llegar a un público más amplio y enriquecernos con la retroalimentación que nos dan. Porque nosotros podemos transmitir información, pero también aprendemos mucho de quienes nos escuchan. Con sus preguntas nos hacemos nuevas preguntas”.
Reencuentro
La instancia, liderada por el Laboratorio de Innovación Pública LIP de la UC y el Banco Interamericano de Desarrollo BID, también fue la oportunidad para ver el trabajo de algunas de sus egresadas. Es el caso de Milagros Mir y Sofía Pavanati, quienes participaron de la jornada con los posters “Ecología Social y Educación Sexual Integral” y “Red Niñez Valiente: Participación para la Equidad” respectivamente.
“Fue mucha emoción encontrarnos en esta instancia. Me sentí muy orgullosa de verlas posicionadas como profesionales, con aportes que pueden hacer desde la psicología comunitaria en el contexto de un congreso”, señaló Marianne Daher. Una opinión en la que también coincide Antonia Rosati. “Es muy bonito verlas presentando sus propios proyectos de práctica o sus proyectos profesionales, ocupando herramientas de la psicología comunitaria que nosotras pudimos transmitirles y que pudimos ir aplicando de a poco con ellas en los cursos. Que sean capaces de tomar esas herramientas, como un espacio de proyección y de aprendizaje en sus propios trabajos y en sus propios proyectos personales y profesionales”, afirmó.
En el caso de Milagros Mir, quien presentó su proyecto de práctica en psicología comunitaria desarrollado en la Municipalidad de Renca, iniciativa en la que pudo diseñar un programa de educación sexual para apoderados y cuidadoras de adolescentes en la comuna, una de las cosas que más valoró de su paso por la línea comunitaria fue la formación y herramientas que le entregaron. “Para mí fueron la base de todo el proyecto que presenté. El articular redes y fortalecer los procesos comunitarios dentro de algún espacio tiempo, si no fuera por la línea de psicología comunitaria, donde tuvimos cursos de diseño de intervención, de diagnóstico, de teorías, de políticas sociales, yo creo que este proyecto hubiera sido más débil y quizá no lo hubiera podido hacer. Creo que la línea y el apoyo de mis profesoras fue fundamental”.
Por su parte Sofía Pavanati, quien también presentó un poster de su proyecto de práctica en Fundación Niñas Valientes, donde sigue trabajando, el cual consistió en la co-construcción de un espacio de participación para la niñez y juventud que permitiera el encuentro y aprendizaje para la equidad de género, resaltó que “pudimos formarnos como profesionales que efectivamente puedan aportar a problemáticas sociales desde la participación de las mismas personas implicadas en ellas, buscando estrategias y soluciones desde sus propias comunidades y territorios”.
Para la psicóloga, la formación adquirida le permitió conocer y aplicar las principales herramientas para diagnosticar, diseñar, implementar y evaluar proyectos y programas sociales de manera participativa. “Estos conocimientos y herramientas me permiten llevar a cabo mi quehacer profesional día a día, sobre todo en la misión de visibilizar las voces de niños, niñas y adolescentes de manera más equitativa”, señaló.
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Texto: Andrea Fuentes Uribe, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 13-06-2024