Estudiantes y profesores de Psicología Educacional reflexionaron sobre el impacto del golpe de Estado en la educación y la convivencia en Chile

En la instancia, psicólogos educacionales de distintas generaciones de la EPUC y quienes hoy se forman en esa línea abordaron la importancia de su rol para la generación de esperanza ante situaciones como la vivida a partir del 11 de septiembre de 1973.

 

“Encuentro esperanza”. Así se denominó la iniciativa de un grupo de estudiantes y profesores de la salida profesional de Psicología Educacional y del Magister en la especialidad, donde miembros de la comunidad reflexionaron en torno a los 50 años del golpe civil y militar y el impacto que tuvo en la educación y la comunidad en general.

Se trató de una instancia abierta de diálogo que permitió analizar cómo aquel quiebre democrático interpela hoy a quienes se desempeñan en el ámbito de la psicología educacional, y las repercusiones que la dictadura tuvo en la convivencia y el sistema educacional chileno.

De hecho, la actividad contó la presencia de Isidora Mena, ex académica de la EPUC y directora ejecutiva de Valoras UC, quien vivió en carne propia las dificultades de ser estudiante en pleno régimen militar, cuando el temor y la desconfianza reinaban producto de los riesgos a los que se exponían quienes eran críticos de la dictadura.

“Isidora nos contaba que no existía diálogo político en ese entonces, que debías cuidar tus palabras y no podías confiar mucho en tus compañeros y compañeras porque no sabías qué consecuencias podían tener tus hablas. Y que no sabías si estabas poniendo tu vida en riesgo al confiar”, relata la estudiante Bernardita Ovalle, participante en la instancia.

“Nos mencionó también que en ese entonces los temas que se hablan en la carrera se cruzaban poco con la contingencia, aspecto que para las y los estudiantes que participamos del encuentro era súper sorpresivo porque nos preguntábamos cómo hablar de psicología sin tomar un cuenta el contexto político y social”, agrega.

La académica de la EPUC, Paula Luengo, también compartió su visión como directora de ProCivico y experta en convivencia escolar. En la instancia, analizó las experiencias de cada generación de la Escuela en torno a la participación e involucramiento político, y al valor colectivo como sello del quehacer de los psicólogos y psicólogas educacionales.

Por su parte, Magdalena Manríquez, diseñadora y estudiante tesista del Magíster en Psicología Educacional, reflexionó sobre la educación para adultos y dio cuenta de una iniciativa desarrollada junto al profesor Christian Sebastián, que tuvo por objetivo incentivar la participación de adultos en la discusión constitucional de 2022 a través de dispositivos de juego. Su tesis, que se lleva a cabo en La Legua en el marco del Proyecto Colaborar, comprende la creación -junto a dirigentes sociales de la población- de un juego para promover el involucramiento cívico de pobladores y pobladoras.

GENERADORES DE ESPERANZA

Para el profesor Christian Sebastián, jefe del programa de Magíster en Psicología Educacional, se trató de una instancia de enorme relevancia para analizar el rol de los psicólogos educacionales como generadores de esperanza.

“Preguntarnos cómo se pudo construir esperanza desde la psicología educacional en un contexto tan duro como la dictadura en Chile nos ayudó a ver cómo hemos encontrado distintas maneras de construir esperanza en las décadas posteriores. También nos ayudó a plantear preguntas que nos permiten imaginar cómo construir esa esperanza hoy. Nos encontramos desde la experiencia personal y generacional y en ese encuentro aparecieron los proyectos pasados, actuales y futuros. También aparecieron conceptos clave como el de ‘equipo’ y ‘comunidad´. Fue un espacio para seguir haciéndonos comunidad de psicólogas educacionales y por eso estuvimos de acuerdo en que debiéramos seguir encontrándonos regularmente”, plantea el académico.

Según dice, este encuentro -que congregó a distintas generaciones de psicólogos y psicólogas educacionales de la EPUC- permitió reconstruir una identidad como colectivo y propiciar un reconocimiento mutuo. “Pienso que este encuentro nos recordó que una de esas cosas que nos reúne es una pregunta: ¿Cómo construimos esperanza, especialmente cuando la vida y la sociedad nos empujan  en el camino contrario? En todas las prácticas educativas, formales o informales, el riesgo de la desesperanza está a la mano: el pragmatismo, el conformismo, las explicaciones rápidas para no comprometerse con el aprendizaje y el desarrollo de todos. Trabajar en educación con sentido requiere de esperanza”, reflexiona.

“Necesitamos confiar en que, aunque no tengamos claro el cómo lo haremos, sí es posible que cada individuo en todas las comunidades aprenda y se desarrolle sin límites. Sin esa esperanza, la labor en educación se vuelve alienante, aburrida, burocrática”, concluye.

El encuentro finalizó con las reflexiones a partir de la pregunta “Desde mi propia historia personal y profesional, ¿cuáles son los desafíos que visualizo para la construcción de una ciudanía democrática y la esperanza en el presente y futuro de Chile?”. “Allí logramos generar reflexiones y dar por finalizado el encuentro”, cuenta el estudiante Jaime Soto, quien aprovechó de agradecer el rol del profesor Sebastián por apoyar el desarrollo de la actividad.

Texto: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 25/01/2024