Las profesoras Catalina Álvarez y Magdalena Garcés, ambas egresadas de Psicología UC, llegan a reforzar el quehacer docente e investigativo con su vasta experiencia en salud mental infanto-juvenil y dinámicas de trabajo, salud y bienestar.
Con la incorporación de dos nuevas académicas de planta especial se dio inicio al año 2024 en la EPUC. Se trata de Catalina Álvarez y Magdalena Garcés, ambas con destacada trayectoria en los quehaceres clínico y organizacional, respectivamente.
Catalina Álvarez es psicóloga y licenciada en Psicología de la Universidad Católica, y Magíster en Psicología mención psicología clínica infanto-juvenil de la Universidad de Chile. Además, cuenta con un diplomado en Supervisión Sistémica – Vincular del Instituto Humaniza Santiago. Además, dirige actualmente los programas de Psicoterapia Infantil y de Psicoterapia de grupo para niños en la Unidad de Salud Mental del Centro Médico San Joaquín, de la Red UC-CHRISTUS.
Para la profesora, pasar a integrar la planta académica luego de seis años dictando los cursos Fundamentos de la Psicología, Diagnóstico Psicológico Clínico y Entrevista, y Taller de Hábitos para el Trabajo Grupal, y como supervisora de práctica profesional, representa un enorme avance en su carrera, el que recibe “con mucha alegría, satisfacción, proyección y esperanza”.
“Alegría y satisfacción porque considero que, por una parte, hay algo de consolidación de mis años de trabajo tanto en la EPUC como en la Beca de Psiquiatría Infanto-juvenil de la Escuela de Medicina. Pero también proyección y esperanza, porque considero que ser parte del cuerpo académico me permite crecer y soñar con nuevos desafíos académicos al servicio de las y los estudiantes, y aportar, especialmente, a la salud mental infanto-juvenil”, cuenta.
En ese sentido, Catalina Álvarez asegura que su principal motivación de cara a esta nueva etapa tiene que ver con seguir aportando a la formación de los estudiantes, especialmente en la etapa de la salida profesional, dado que es en ese momento cuando “se encuentran por primera vez enfrentados al rol profesional, en contacto no sólo con las fortalezas y vulnerabilidades de sus pacientes, sino que también con las propias”.
Sobre sus primeros días en este nuevo cargo, la académica dice estar sintiendo “mucho respeto y valoración” por parte de la comunidad. “Ahora se suman las expresiones de apoyo y alegría por mi incorporación a la planta académica, tanto por los y las docentes y funcionarias con quienes ya había tenido oportunidad de compartir desde el pregrado, como a quienes estoy empezando a conocer”, plantea.
En esta nueva etapa, la profesora Catalina Álvarez continuará desempeñándose en la salida profesional clínica y dictando los cursos de Psicoterapia y Diagnóstico Clínico, además del optativo de Grupos. Además, se sumará al Magíster en Psicología Clínica. “Mi proyección es poder fortalecer los espacios de supervisión, tanto en lo formativo como en lo evaluativo; y también en el mejoramiento continuo de estrategias educativas para la salida profesional”, sostiene.
Lo que es seguro es que la EPUC seguirá siendo un lugar idóneo para desempeñarse, dice la académica. “Es un excelente lugar de trabajo, destacado en el quehacer docente y profesional, y cuenta con muchas posibilidades de trabajo colaborativo con énfasis en la formación de sus estudiantes con un sello de calidad que se expresa en la preocupación por el medio, y así ser un aporte al país”, cierra.
DE VUELTA EN LA EPUC
Una historia diferente es la de Magdalena Garcés, quien, tras ejercer la docencia en las Universidades de Chile, Diego Portales, Alberto Hurtado y del Desarrollo, vuelve a la UC para convertirse en académica de la Escuela que la formó.
“Mi llegada a la EPUC se asienta en mi interés por seguir desarrollándome profesionalmente y ser un aporte al crecimiento y formación de otros, en un espacio universitario que conozco y en el que me siento muy cómoda y afín a los valores de su propuesta educativa, dado que me formé aquí y de algún modo esto es como volver al ‘alma mater’. Ser profesor de planta especial implica dedicar gran parte de mi tiempo a dictar clases, algo que me apasiona, especialmente en los temas en los que me he dedicado a investigar y hacer consultoría durante casi toda mi vida profesional: dinámicas grupales y organizacionales, trabajo, salud y bienestar”, sostiene.
“Estoy muy contenta de estar de vuelta y ver que nuestra carrera se ha ido desarrollando de una manera integral y multidisciplinaria, dado su posicionamiento en una Facultad de Ciencias Sociales cuya trayectoria y prestigio, como así también su enfoque en la excelencia académica, favorece la formación de profesionales éticos y comprometidos con el bienestar de la sociedad. Esta visión no sólo me identifica, sino que considero fundamental para la formación de los psicólogos del futuro”, añade.
Luego de titularse como psicóloga en la UC, la académica cursó un Magíster en Psicología en la Universidad de Chile, para luego doctorarse en la misma disciplina en la Universidad Diego Portales. A lo largo de su carrera, se ha especializado en gestión de proyectos, personas y organizaciones, siendo miembro de Red Investigadores/as Aliados INNOVASC de la Dirección del Servicio Civil; representante de Nodo Chileno, programa de trabajo sobre riesgos psicosociales en el trabajo en América Latina; e integrante del Núcleo Interdisciplinar Milenio Autoridad y Asimetrías de Poder (NIUMAAP).
“Mi trayectoria profesional se ha enfocado en el ámbito de las organizaciones, poniendo especial énfasis en el modo en que el trabajo es clave en términos del bienestar y la salud, campos que considero de vital importancia en la formación de los futuros psicólogos y psicólogas. Esto, especialmente en el actual contexto país, donde la productividad laboral lleva décadas en descenso, mientras que los problemas de salud mental han tenido un marcado incremento”, plantea.
“Mi experiencia académica e investigativa han evidenciado cómo el desarrollo de liderazgos participativos y la promoción de la colaboración y confianza al interior de los grupos de trabajo, como así también el ejercicio de la autoridad personal en el rol de los liderazgos, constituyen variables claves no sólo para la efectividad de los equipos respecto de su tarea, sino que también para el cuidado y bienestar de las personas”, agrega.
En esta etapa que comienza, Magdalena Garcés pretende seguir abordando a nivel académico y pedagógico la importancia del cuidado y bienestar en general, sobre todo en quienes se encuentran estudiando, dado que cursar una carrera universitaria, dice, representa un trabajo en sí mismo, siendo fuente de placer y bienestar, pero también malestar y/o sufrimiento. “Espero aportar a la creación de nuevos programas que recojan las distintas necesidades de formación que se requieren en esta materia”, enfatiza.
“Creo que el desarrollo de mis temas de interés investigativo, académico y formativo, que dicen relación con las dinámicas de bienestar-malestar al interior de las organizaciones y la preocupación por el desarrollo de espacios de trabajo más sanos y seguros, constituyen temas que hoy aportan a la empleabilidad en este campo disciplinar. En esta línea, mi formación doctoral me permitirá aportar a la vinculación investigación-docencia, acercando a la comunidad universitaria las tendencias investigativas de nuestra disciplina, de una manera cercana y desafiante”, concluye.
Texto y fotos: Nicolás Pérez Lozano, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 18/01/2024