Estudiantes, educadores, investigadores y profesionales vinculados al mundo de la educación formaron parte de la iniciativa desarrollada en la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Se trata de la primera versión del encuentro desarrollada fuera de Europa, en la que se buscó abordar la redefinición del concepto de bullying propuesto por la UNESCO. Una nueva mirada que da cuenta de las dinámicas sociales que permiten el surgimiento de esta problemática.
Colaborar y compartir conocimientos y experiencias para generar un mayor impacto a la hora de enfrentar los problemas de convivencia escolar fue el objetivo del Foro Mundial Anti-Bullying 2023. El encuentro, realizado en la Universidad de Carolina del Norte, reunió a más de 600 participantes provenientes de 30 países del mundo. Entre ellos el subdirector de la Subdirección de Investigación y Postgrado de la EPUC, Christian Berger.
En la ocasión, el académico participó en el simposio “The role of Moral Processes in Bullying and Prosocial Behavior”, presentando “Common Humanity as a Driver for Expanding Compassion and Prosocial Behavior Beyond Friends”, junto a la profesora de Psicología UC, Ana Andaur. Un espacio en el que el investigador pudo compartir parte de la experiencia que ha tenido con ProCiviCo. Proyecto de investigación/intervención que busca prevenir la violencia al interior de los establecimientos educacionales, a través de la buena convivencia y el desarrollo de competencias y habilidades para la resolución pacífica de conflictos entre estudiantes.
El foro, el primero en realizarse fuera de Europa, también fue el escenario para que James O’Higgins Norman, titular de la Cátedra de la UNESCO para la lucha contra el acoso en la escuela y en el ciberespacio, presentara una nueva definición de bullying. Una revisión y actualización del concepto en la cual la entidad busca abordar las complejidades del fenómeno en la actualidad.
Se trata de un trabajo que el organismo está desarrollando desde el año 2019, cuando invitó a un grupo de expertos, entre los que se encuentra el profesor Christian Berger, para trabajar en esta tarea. “Si bien se había presentado una versión previa, el año 2021, esta nueva definición recogió todo el feedback de esa primera presentación. Es una definición más inclusiva, con más voces y más operacional para diferentes niveles y actores”, dijo el investigador.
Para el experto en educación, uno de los principales aspectos a destacar de la propuesta es que entiende el bullying no como un problema individual de sujetos, sino como algo sistémico. “Es decir, que responde a dinámicas de poder instaladas en la sociedad. Machismo, clasismo, etnicismo, etc. Porque básicamente lo que uno ve en las escuelas es una reproducción de lo que sucede a nivel social”, señaló.
En ese sentido, cuestionar la idea de que existen niños/as malos/as, que tienen la intención de hacer daño, es algo que también destaca en esta nueva definición. “Se quita el contenido moral para poner el foco en las dinámicas interpersonales que se generan. Además, a la hora de hablar de bullying se considera a toda la comunidad. Porque hay que entender que todos los integrantes de la comunidad escolar son potenciales actores en la violencia escolar”.
Cambiar el foco
El encuentro, organizado por la ONG sueca Friends, no solo fue una instancia para compartir programas e intervenciones en la lucha contra el bullying, también fue un evento que permitió discutir cuáles son los desafíos en la implementación en el mundo real y cómo pueden volverse sostenibles. “Hasta ahora se ha investigado mucho en los programas existentes y cuánto efecto tienen. Pero yo creo que este foro marcó un antes y después, porque se empezó a mirar por qué las cosas no funcionan. La realidad es que en general las intervenciones en violencia escolar son poco efectivas. Entonces empiezas a preguntarte por qué, si hacemos tantas cosas, no funcionan. Ése fue un tema que se comenzó a analizar”.
Finalmente, otro tema que se tomó el debate fue el rol que juegan las redes sociales en el desafío de construir espacios educativos libres de violencia. De hecho, el encuentro contó con la participación de representantes de las plataformas de redes sociales, tales como Instagram, TikTok y SnapChat. Y si bien los desafíos a futuro son importantes, tras el encuentro Berger señaló que Chile va en un buen camino, ya que se está enfocando en la promoción de ambientes escolares más saludables y positivos. “El programa del Ministerio de Educación ‘A Convivir se Aprende’, el cual está siendo implementado por ProCiviCo en las comunas de la RM, en el que hay un fuerte énfasis en la convivencia escolar, es un ejemplo de ello. No es una perspectiva que busca resolver problemas de violencia, sino que busca generar condiciones más positivas, para que la violencia no aparezca. Es una mirada preventiva”, afirmó.
Texto: Andrea Fuentes, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 11-12-2023