Manuela Badilla: Movimiento contra monumental en Chile, negociando la identidad nacional

Reflexionar sobre qué hablamos cuando hablamos de memoria fue la invitación que realizó la profesora Manuela Badilla en su participación en Psicología Presenta. Un ejercicio que cobra relevancia a pocas semanas de la conmemoración de los 50 años del golpe civil y militar en Chile, sobre todo porque es un tema que suele asociarse exclusivamente a la Dictadura. 

Por ello, durante la jornada desarrollada en auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales UC la investigadora quiso compartir tres trabajos en los que precisamente busca replantear la idea que se tiene en general sobre la memoria. “Proyectos en los que hay dos aspectos fundamentales a la hora de abordar el tema: el extender el alcance temporal cuando hablamos de memoria y el repensar el alcance conceptual a la hora de hablar de memoria. Esto porque en Chile, y en América Latina en general, existe una conexión muy importante entre memoria, victimización y trauma”, dijo la profesora. 

En esa línea, la investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES) señaló que el estallido social abrió nuevas interrogantes, ya que fue un período en el cual el pasado apareció como protagonista. “Durante las primeras semanas aparecieron una serie de preguntas que venían a movilizar nuestra comunidad política, y muchas de esas preguntas tenían relación con el pasado”. Un período en el que si bien se plantearon problemas y demandas que tenían que ver con herencias de la Dictadura, pero en el que también surgieron otros pasados de la historia chilena. “Y uno de los movimientos que se da en paralelo a este proceso de demandas sociales es lo que hemos denominado la oleada contra monumental”.

De acuerdo a la académica, durante los meses de protesta social se contabilizaron alrededpr de 400 monumentos públicos con alteraciones a lo largo del país. “Para que ustedes se hagan idea de la magnitud, estamos hablando de más del 64% de los monumentos públicos existentes en Chile (…) Y esto da cuenta de demandas relacionadas con el pasado, pero no necesariamente con el pasado de la Dictadura. Hablamos de diferentes tipos de monumentos construidos para preservar la memoria del Estado Nacional de Chile. Héroes coloniales, hombres de la elite, del mundo militar, de la política, que sufrieron alteraciones en su representación monumental”.

Y si bien se trata de un fenómeno de carácter transnacional, la experta señala que estas intervenciones, que van desde el desmembramiento a la destrucción completa, es algo que no se había visto en esta extensión y magnitud en nuestro país. “Por eso nos parece importante, no solo como psicólogos, sino que como cientistas sociales, preguntarnos cómo la intervención contra monumental tensiona la construcción de la identidad nacional”. 

En este trabajo, algunos conceptos que han guiado la reflexión fue el pensar nuevamente el concepto de memoria, pero ligado a la acción colectiva. A la capacidad movilizadora que puede tener el recordar en grupos y en comunidades a nivel local y nacional. “Tendemos a mirar la memoria como un proceso que une a nuestras comunidades, que logra cohesión social; pero también es un proceso evidentemente conflictivo. Un proceso que está vinculado al espacio. Y los monumentos son la condensación de esa memoria en diferentes espacios de nuestro país. Por eso analizar lo que sucede con ellos es interesante, porque muchas veces pasan completamente desapercibidos hasta que justamente viene un momento como el que vivimos hace cuatro años atrás”.

La académica señaló que tras una serie de entrevistas realizadas se pueden distinguir cuatro tiempos en el contexto de la protesta, que son el pasado de la Dictadura civil y militar; el pasado del patriarcado; el pasado de la formación del Estado Nacional; y el pasado colonial. “Y creo que lo que vale la pena mencionar acá es que en cada uno de estos pasados reaparecen, en el contexto de la protesta, dos elementos que se tensionan. Por un lado el reconocer que hay situaciones de violencia u opresión que siguen presentes, que han continuado ocurriendo, independiente de que ese pasado parece haber acabado; y al mismo tiempo manifestaciones que, a lo largo de la historia, han intentado combatir esas violencias, detener esas violencias, resistir esas violencias. Y esto aparece en el momento de la manifestación social de forma soslayada”, dijo Badilla. 

Finalmente, reflexionando respecto a qué es lo que este movimiento u oleada contra monumental viene a realizar el nuestro espacio público, la investigadora señaló que viene a ser como una herramienta o catalizador de manifestaciones sociales. “Es decir, estos elementos repartidos por todo nuestro territorio nacional nos permiten plantearnos un problema que quizá no nos estábamos planteando cotidianamente, pero que aparece en el contexto de la movilización social. Vienen a mostrarnos, de forma muy clara (y eso aparece sistemáticamente en las entrevistas), que los individuos que participan acá se sienten parte de una colectividad; y que cuando en conjunto se encuentra con esta monumentalidad, vienen a darse cuenta también de la poca participación que en general han tenido respecto de la construcción de nuestro patrimonio nacional”. 

Otro aspecto es la necesidad de visibilizar nuevos elementos en el patrimonio,  en la esfera pública, desde abajo o desde lo subalterno. Y uno de los proyectos de investigación en los que están trabajando busca precisamente mirar cómo a partir de estas intervenciones, que parecen cuestionar la memoria nacional, se ha ido generando una especie de contra movimiento contra monumental. Un movimiento que viene a poner nuevamente en el espacio público figuras que parecían ya muy complejas. «Tenemos  varios casos, por ejemplo en la ciudad de Temuco, en la ciudad de Concepción, donde se han repuesto monumentos en el último tiempo. Y todo eso nos habla de una centralidad del debate respecto de la identidad nacional. Fenómenos que ocurren al mismo tiempo que vamos avanzando en varios procesos constitucionales, de diferente orden, alcance y legitimidad. Procesos que hacen eco de estas preguntas que parecieran atravesar aquello que estamos discutiendo como sociedad, que tienen que ver con quiénes somos, con cómo nos representamos, y con cómo los monumentos, de diferente orden obviamente, pueden dar o no dar cuenta de eso que queremos ser”, explicó la profesora que finalizó su presentación haciendo una invitación a pensar en los monumentos, que a priori pueden parecer aparatos tan lejanos para la psicología, como aparatos articuladores de procesos tan complejos como lo son las identidades sociales y especialmente las identidades nacionales. “Esto justamente en un momento de cuestionamiento, de preguntas que van en ese sentido. Pensar la invitación y pensar justamente en estos monumentos como herramientas para imaginarnos este Chile que vendrá”.

Texto y Fotos: Andrea Fuentes, Comunicaciones Psicología UC
Fecha: 30-11-2023