Con su tesis “La noción de vitalidad en la psicología desde el siglo XIX hasta la actualidad”, la estudiante del doctorado en Psicología, María Asunción Pérez-Cotapos, recibió el reconocimiento de la iniciativa que organiza la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, en coordinación con la Escuela de Graduados de la Vicerrectoría de Investigación de la UC, en la categoría de Ciencias Sociales. Un premio que destaca la búsqueda del diálogo entre la razón, la cultura y la fe de su investigación doctoral.
Reconocer y estimular investigaciones desarrolladas por estudiantes de doctorado, que sean capaces de hacer dialogar sus disciplinas de estudio con la fe, a través de proyectos de tesis que aporten significativamente a la misión de evangelizar la cultura, es el objetivo del Premio Cardenal Newman. Iniciativa organizada por la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, en coordinación con la Escuela de Graduados de la Vicerrectoría de Investigación de la UC, que en su sexta versión destacó el trabajo de la estudiante del doctorado en Psicología de la EPUC, María Asunción Pérez-Cotapos.
Durante la ceremonia de premiación, desarrollada en el Salón Portaluppi de Casa Central, el padre Jorge Merino, Capellán Mayor de la UC, señaló que “la esencia de la pastoral universitaria está también en aquello donde se entrelaza el estudio académico y las actividades paracadémicas con los principios religiosos y morales”. En ese sentido, señaló que ése es el norte hacia el cual se debe seguir trabajando. “Promoviendo, facilitando y favoreciendo espacios, oportunidades, recursos y estructuras, desde la Pastoral y en conjunto con la Vicerrectoría de Investigación, para que cada estudiante o académico, de forma individual o grupal, tenga la oportunidad y se sienta motivado a aportar e investigar, desde su área de expertiz, al diálogo de la ciencia con la razón y la fe”.
En esta ocasión fueron tres los estudiantes premiados. Jair Marín, con “Áreas de llegada en Santiago y Buenos Aires: Infraestructuras, habitus migrante y prácticas”, fue destacado en la categoría de Artes y Humanidades; mientras que Adriana Villamizar, con “Representaciones sociales y autopercepción: Extensión de los deberes atípicos información en la contratación con personas con lesiones cerebrales adquiridas”, y María Asunción Pérez-Cotapos, con “La noción de vitalidad en la psicología desde el siglo XIX hasta la actualidad», lo hicieron en el área de Ciencias Sociales.
Para la estudiante de la EPUC se trata de una distinción muy importante, ya que siempre ha considerado esencial el vínculo entre
el conocimiento racional con la fe. Por ello decidió centrar su investigación en el estudio de la vitalidad y cómo ésta ha sido abordada por la psicología. “Desde la segunda mitad del siglo XIX la psicología cambia su objeto de estudio del alma a la mente. Cuando ocurre ese cambio la psicología abandona el estudio de muchas cosas que son parte del alma, pero que no encuentran cabida en el concepto mente, como lo son la espiritualidad, la libertad, la voluntad, la vitalidad o el encuentro afectivo, anímico-álmico que se da entre una persona y otra. Lo que estoy tratando de estudiar a través de mi tesis es esto que antes era parte del estudio de la psicología, en particular la vitalidad. Esta dimensión más vital, espiritual, orgánica del ser humano, que se pierde al concentrar los estudios en la mente. Y cómo se da el estudio de esta realidad humana a través del siglo XX hasta la actualidad, en el contexto de una psicología principalmente abocada al estudio de procesos cognitivos o comportamentales del ser humano”.
Un desafío complejo, pero que de a poco está rindiendo frutos. “Es una tésis que aborda aspectos de la psicología, de la historia, de la filosofía, y de la teología. Entonces el poder integrar estas cuatro dimensiones en un solo estudio, ha sido un proceso difícil, pero muy satisfactorio. Por eso este reconocimiento es tan importante para mí, porque significa que vamos por buen camino. Que esta tarea, a veces titánica, está teniendo repercusión y está ayudando a dialogar la imagen más integral del ser humano que tiene la Iglesia Católica, que contempla alma, cuerpo y espíritu, con la imagen del ser humano que tiene la psicología. De alguna manera es retomar un poco esto que quedó perdido en la segunda mitad del siglo XIX. La psicología puede llegar a tener una concepción del ser humano mucho más integral sí puede entrar en diálogo con la imagen del ser humano que tiene la fe católica. Así que agradezco mucho a todos quienes me han ayudado a realizar este trabajo, especialmente a quien dirige mi tesis, el profesor Carlos Cornejo».
Finalmente la psicóloga UC destacó que la universidad desarrolle este tipo de iniciativas, ya que permiten fortalecer el vínculo entre la razón, la cultura y la fe. “El ser humano no puede ser reducido a procesos estudiados racionalmente. Es decir, hay mucho de la psicología actual que es un tremendo aporte a la comprensión del ser humano, pero el ser humano no se agota allí. El ser humano es un misterio constante, y en el camino que emprendemos para ir aprendiendo más de él, la fe siempre nos estará dicienndo que no se puede reducir a algo explicable. Es importante o necesario reconocer que hay en él una dimensión espiritual, comunitaria, afectiva, vital, que se escapa a los métodos matemáticos y que, por tanto, tiene que ser estudiado desde una dimensión del sentido”, finalizó.
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Texto: Andrea Fuentes U.
Fecha: 31-05-2023